Salmo 150: Sinfonía Final
Salmo 150:1 ¡Aleluya! Alabad a Dios en su santuario; alabadle en su majestuoso firmamento. Este versículo nos instruye sobre dónde alabar a Dios: dentro y fuera del
Salmo 150:1 ¡Aleluya! Alabad a Dios en su santuario; alabadle en su majestuoso firmamento. Este versículo nos instruye sobre dónde alabar a Dios: dentro y fuera del
Salmo 149:1 ¡Aleluya! Cantad al SEÑOR un cántico nuevo: su alabanza en la congregación de los santos. Hay dos grupos de versículos: uno trata de la alabanza
Salmo 148:1 ¡Aleluya! Alabad al SEÑOR desde los cielos; alabadle en las alturas. Este salmo está dividido en dos secciones. Los versículos 1-4 invitan a los cielos
Salmo 147:1 ¡Aleluya! Porque bueno es cantar alabanzas a nuestro Dios, porque agradable y apropiada es la alabanza. La alabanza es buena , suave y hermosa, como
Salmo 146:1 ¡Aleluya! Oh alma mía, alaba al SEÑOR. Este salmo contrasta la sabiduría de aquellos que esperan en el reinado eterno del Señor y su benevolente
Salmo 145:1 Salmo de Alabanza; de David. Te exaltaré mi Dios, oh Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Este poema acróstico (alfabético) contiene 22
Salmo 144:1 Salmo de David. Bendito sea el SEÑOR, mi roca, que adiestra mis manos para la guerra, y mis dedos para la batalla. Este cántico de
Salmo 143:1 Salmo de David. Oh SEÑOR, escucha mi oración, presta oído a mis súplicas, respóndeme por tu fidelidad, por tu justicia; La traducción de la Septuaginta
Escritas por Angeles que nos prestan sus alas cuando dse nos olvida cómo volar
Abrazar es una grandiosa medicina. Transfiere energía, y da a la persona que es abrazada un estímulo emocional. Necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para
Había una vez una oruga que vivía en un gran árbol del parque. Cada día la oruga iba mordisqueando las hojas que encontraba en su camino, sin
Había una mujer que había sido diagnosticada con una enfermedad incurable y a la que le habían dado sólo tres meses de vida. Así que empezó a
Un día, recorriendo la montaña un pastor encontró, medio muerto de hambre y abandonado, en un nido roto, un pichón de águila. El polluelo fue recogido y