Hechos 28: Bienvenidos a Malta
Cuando llegamos a tierra a salvo nos enteramos de que aquella isla se llamaba Malta. Los nativos dieron muestras de una amabilidad fuera de lo corriente. Como
Cuando llegamos a tierra a salvo nos enteramos de que aquella isla se llamaba Malta. Los nativos dieron muestras de una amabilidad fuera de lo corriente. Como
El rey Agripa le dijo a Pablo: —Puedes hablar para defenderte. Pablo levantó su mano en alto y dijo: —Me alegra poder hablar hoy delante de Su
Llegado, pues, Festo a la provincia, subió de Cesarea a Jerusalén tres días después. Y los principales sacerdotes y los más influyentes de los judíos se presentaron
Cinco días después, el jefe de los sacerdotes y unos líderes de los judíos llegaron a Cesarea, acompañados por un abogado llamado Tértulo. Todos ellos se presentaron
Pablo miró a todos los de la Junta Suprema, y les dijo: —Amigos israelitas, yo tengo la conciencia tranquila, porque hasta ahora he obedecido a Dios en
Cuando todo aquel alboroto terminó, Pablo mandó llamar a los que habían creído y les pidió que no dejaran de confiar en Jesús. Luego se despidió de
Cuando nos despedimos de los líderes de la iglesia de Éfeso, subimos al barco y fuimos directamente a la isla de Cos. Al día siguiente, salimos de
Cuando todo aquel alboroto terminó, Pablo mandó llamar a los que habían creído y les pidió que no dejaran de confiar en Jesús. Luego se despidió de
Escritas por Angeles que nos prestan sus alas cuando dse nos olvida cómo volar
Aquel año la sequía fue horrible. El pequeño hilillo de agua que apagaba la sed del Anacoreta y alimentaba el pequeño embalse para regar, se secó. El
Un reo había sido sentenciado a morar por siempre en una vieja, sucia y oscura mazmorra. No queriendo arrepentirse de su desatinada vida, orgulloso gritó que de
Dicen que Dios, Nuestro Señor, una vez salió con sus ayudantes, como les dicen en el campo a los Apóstoles y volvió a la tierra. Quería ver
El dueño de un pequeño negocio , amigo del gran poeta Olavo Bilac, cierto día lo encontró en la calle y le dijo: Sr. Bilac, estoy necesitando