Ezequiel 48: Reparto de la tierra
Ezequiel 48:1 Estos son los nombres de las tribus: desde el extremo norte, junto al camino de Hetlón a Lebo-hamat, hasta Hazar-enán en el límite de Damasco
Ezequiel 48:1 Estos son los nombres de las tribus: desde el extremo norte, junto al camino de Hetlón a Lebo-hamat, hasta Hazar-enán en el límite de Damasco
Ezequiel 47:1 Después me hizo volver a la entrada del templo; y he aquí, brotaban aguas de debajo del umbral del templo hacia el oriente, porque la
Ezequiel 46:1 «Así dice el Señor Dios: ‹La puerta del atrio interior que mira al oriente estará cerrada los seis días de trabajo; pero se abrirá el
Ezequiel45:1 ‹Cuando repartáis por suertes la tierra en heredad, ofreceréis una parte al Señor, una porción sagrada de la tierra; la longitud será de veinticinco mil codos
Ezequiel 44:1 Entonces me hizo volver por el camino de la puerta exterior del santuario que da hacia el oriente, y estaba cerrada. Ezequiel 44:2 Y el
Ezequiel 43:1 Entonces me llevó a la puerta, la puerta que mira hacia el oriente; Esta es la culminación de los capítulos 40-42, porque la gloria de
Ezequiel 42:1 Luego me sacó al atrio exterior, hacia el norte, y me llevó a la cámara que estaba frente a la zona separada y frente al
Ezequiel 41:1 Me introdujo luego en el templo, y midió los postes, cuya anchura era de seis codos por un lado y seis codos por el otro,
Escritas por Angeles que nos prestan sus alas cuando dse nos olvida cómo volar
Un caminante llegó a un pueblo donde se anunciaba la actuación del «hombre maravilloso», un personaje que, según contaba el pregonero, era capaz de realizar milagros. El
Recuerdo que antes de que yo naciera estaba preocupado porque no conocía el mundo al que llegaría. Entonces le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta
Un reo había sido sentenciado a morar por siempre en una vieja, sucia y oscura mazmorra. No queriendo arrepentirse de su desatinada vida, orgulloso gritó que de
Érase una vez que un reino europeo estaba regido por un rey muy cristiano, y con fama de santidad, que no tenía hijos. El monarca envió a