Los técnicos agrónomos nos dicen que el tiempo húmedo no es tan bueno para las plantas como el tiempo seco. Cuando hay mucha humedad, la planta es más blanda y pierde calidad. Días nublados o abundantes en lluvias no ayudan a que la planta se vuelva resistente. Si hay abundancia de agua en la superficie, la planta no profundiza sus raíces y, en general, suele durar menos.
Por el contrario, en climas un poco secos las plantas luchan por sobrevivir y terminan haciéndose fuertes. Buscando el agua, las raíces profundizan mucho. De esta manera se capacitan para enfrentar la sequía y el mal tiempo.
Cuando las personas responden positivamente a los desafíos de la vida, construyen caracteres fuertes. Al aprender disciplina y tenacidad están más preparados para las tormentas de la vida y para los desafíos morales.