De manera que las gentes estaban asombradas viendo hablar a los mudos, andar a los cojos y ver a los ciegos; y glorificaban al Dios de Israel. Por aquellos días habiéndose juntado otra vez un gran concurso de gentes alrededor de Jesús, y no teniendo qué comer, convocados sus discípulos, les dijo: Me causan compasión estos pueblos, porque tres días hace ya que perseveran en mi compañía y no tienen qué comer; y si los envío a sus casas en ayunas, desfallecerán en el camino; pues algunos de ellos han venido de lejos. Pero sus discípulos le respondieron: ¿Cómo podremos hallar en este lugar desierto bastantes panes para saciar a tanta gente? Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Respondieron: Siete, con algunos pececillos. Entonces mandó Jesús a la gente que se sentase en tierra. Y el, cogiendo los siete panes y los peces, dadas las gracias, o hecha oración, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos los repartieron al pueblo. Y comieron todos, y quedaron satisfechos; y de los pedazos que sobraron llenaron siete cestas. Los que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar los niños y mujeres. Con eso, despidiéndose de ellos, entró en la barca y pasó al territorio de Magedan. Mateo 15: 32-39; Marcos 8: 1-10
Ya hemos visto que cuando Jesús Se dirigió al distrito de las ciudades fenicias iniciaba un período de retirada consciente para prepararse y para preparar a Sus discípulos para los próximos días, que ya estaban próximos. Una de las dificultades que, encontramos en los evangelios es que no nos dan ninguna indicación en cuando a las fechas, que tenemos que deducir a base de sugerencias que encontramos en la narración. Cuando lo hacemos, descubrimos que el tiempo que Jesús Se retiró con Sus discípulos fue mucho más largo de lo que habríamos supuesto leyendo superficialmente la historia.
Cuando Jesús dio de comer a los cinco mil (Mateo 14:1521; Marcos 6:31-44), era primavera, porque en ninguna otra estación había hierba verde en aquella tierra tan calurosa (Mateo 14:19; Marcos 6:39). Después de Sus discusiones con los escribas y fariseos, Jesús se retiró a las regiones de Tiro y de Sidón (Marcos 7: 24; Mateo 15:21). Eso ya no era en sí un viaje corto, sobre todo si se hacía a pie.
Para la siguiente referencia al tiempo y lugar tenemos que pasar a Marcos 7:31: «Entonces volvió de la región de Tiro, pasando por Sidón, al Mar de Galilea, por toda la Decápolis.» Esa era una ruta de lo más extraña: Sidón está al Norte de Tiro, el Mar de Galilea al Sur, y Decápolis, la confederación de las diez ciudades griegas, al Este del Mar de Galilea. Es decir: que Jesús se dirigió al Norte para acabar yendo al Sur. Para ir de un lado a otro de la base de un triángulo pasó por el vértice. Es como si fuera de Valencia a Madrid pasando por Zaragoza, o de Buenos Aires a San Rafael pasando por Santiago del Estero. Está claro que Jesús alargó intencionadamente el viaje para pasar todo el tiempo posible con Sus discípulos antes de dirigirse por última vez a Jerusalén.
Por último Se encontró en Decápolis donde, como sabemos por Marcos, tuvo lugar este incidente (Marcos 7: 31). Aquí tenemos la siguiente indicación. En esta ocasión, cuando dijo a la gente que se sentara, se sentaron en el suelo (epi tén guén), en la tierra; para entonces ya era verano, y la hierba estaba agostada, dejando la tierra reseca.
Es decir: este viaje por el Norte Le llevó a Jesús casi seis meses. No sabemos nada de lo que sucedió en esos seis meses; pero podemos estar seguros de que serían los seis meses más importantes de la vida de los discípulos, porque fue entonces cuando Jesús Se dedicó a enseñarles y prepararlos y abrirles la mente a la verdad. Vale la pena recordar que los discípulos pasaron seis meses retirados del mundanal ruido con Jesús antes que llegara la prueba final.
Muchos investigadores creen que la alimentación de los cinco mil y la de los cuatro mil son versiones diferentes del mismo incidente; pero no hay tal. Como ya hemos visto, la fecha es diferente: el primero tuvo lugar en la primavera, y el segundo al final del verano. La gente y el lugar son diferentes. La alimentación de los cuatro mil tuvo lugar en Decápolis. Decápolis quiere decir literalmente diez ciudades, y Decápolis era una cierta federación de diez ciudades griegas independientes. En esta ocasión habría muchos gentiles presentes, tal vez más que judíos. Ese hecho explica la curiosa frase del versículo 31: «Y alababan al Dios de Israel. » Para la multitud gentil esta fue una demostración del poder del Dios de Israel. Hay otro curioso detalle que muestra la diferencia: En la alimentación de los cinco mil, las cestas que se usaron para recoger los trozos sobrantes se llaman kofinoi; y en la de los cuatro mil, sfyrides. El kofinos tenía un cuello estrecho, como un cantarillo, que los judíos usaban siempre para llevar su propia comida y no verse obligados a comer cosas que hubieran tocado los gentiles y que fueran, por tanto, inmundas. El sfyris se parecía más bien al cesto o canasta; podía llegar a ser tan grande como para llevar a una persona, y lo usaban más bien los gentiles.