Salmo 81:1 Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de Asaf. Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; aclamad con júbilo al Dios de Jacob.
Esta canción se dedicaba al año nuevo y a la Fiesta de los Tabernáculos en el otoño. Los primeros cinco versículos sirven de introducción a lo que Dios dice en el resto del Salmo .
Salmo 81:2 Entonad canto de alabanza, y tocad el pandero, la melodiosa lira con el arpa.
David instituyó la música en los servicios de adoración del templo. La música y la adoración van de la mano. La adoración involucra a la persona en su totalidad, y la música ayuda a elevar sus pensamientos y emociones hacia Dios. A través de la música reflexionamos sobre nuestras necesidades y fallas, así como también alabamos la grandeza de Dios.
Salmo 81:3 Tocad la trompeta en la luna nueva, en la luna llena, en el día de nuestra fiesta.
La trompeta (en hebreo, shophar es un cuerno de carnero. La nueva luna daba inicio al festival. Solemne , como adjetivo, no está en el texto hebreo, que debe leerse simplemente como «el día del festival», o el día señalado.
Salmo 81:4 Porque es estatuto para Israel, ordenanza del Dios de Jacob.
Salmo 81:5 El lo estableció por testimonio en José, cuando salió sobre la tierra de Egipto. Un lenguaje que yo no conocía, oí:
Las fiestas de Israel recordaban a la nación los grandes milagros de Dios. Era un tiempo de regocijo y un momento de renovar fuerzas para las luchas diarias de la vida. En Navidad, ¿giran la mayoría de sus pensamientos en torno a los regalos? ¿Acaso la Pascua es solo una fecha propicia para tomar vacaciones y la cena del día de Acción de Gracias para una buena comida? Recuerde los orígenes espirituales de esos días especiales y úselos como oportunidades de adorar a Dios por la bondad que le muestra a usted, a su familia y a su nación.
Salmo 81:6 Yo libré su hombro de la carga, sus manos se libraron de las canastas.
Esta es una versión abreviada de la primera parte de la canción de Moisés de Deuteronomio 32.
Salmo 81:7 En la angustia llamaste, y yo te rescaté; te respondí en el escondite del trueno; en las aguas de Meriba te probé. (Selah)
Salmo 81:8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré. ¡Oh Israel, si tú me oyeras!
Salmo 81:9 No haya en ti dios ajeno, ni adores a dios extranjero.
Salmo 81:10 Yo, el SEÑOR, soy tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto; abre bien tu boca y la llenaré.