Salmo 77:12 Meditaré en toda tu obra, y reflexionaré en tus hechos.
Salmo 77:13 Santo es, oh Dios, tu camino; ¿qué dios hay grande como nuestro Dios?
Salmo 77:14 Tú eres el Dios que hace maravillas, has hecho conocer tu poder entre los pueblos.
Salmo 77:15 Con tu brazo has redimido a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. (Selah)
Salmo 77:16 Las aguas te vieron, oh Dios, te vieron las aguas y temieron, los abismos también se estremecieron.
Esta afirmación se refiere a la división milagrosa del Mar Rojo. Este gran hecho se menciona muchas veces en el Antiguo Testamento. La historia de este increíble milagro se trasmitió de generación en generación, recordando a los israelitas el poder, la protección y el amor de Dios.
Salmo 77:17 Derramaron aguas las nubes, tronaron los nubarrones, también tus saetas centellearon por doquier.
Salmo 77:18 La voz de tu trueno estaba en el torbellino, los relámpagos iluminaron al mundo, la tierra se estremeció y tembló.
Salmo 77:19 En el mar estaba tu camino, y tus sendas en las aguas inmensas, y no se conocieron tus huellas.
Salmo 77:20 Como rebaño guiaste a tu pueblo por mano de Moisés y de Aarón.
Dudas a fe en el Dios de las maravillas
Es difícil clasificar este Salmo porque es de un individuo pero enfoca una desgracia nacional y expresa la angustia, las dudas y la fe de todo el pueblo. Asimismo el estilo literario se presta a discusión sobre su origen. Algunos hablan de dos salmos juntados porque la primera parte es un lamento y la última parte es un himno de alabanza por los grandes actos de Dios. Sin embargo, muchos detalles estilísticos (especialmente palabras, como recuerdo, repetidas en las dos partes) señalan la unidad del Salmo.
También es difícil saber si hemos de traducir los verbos, en la primera parte, en tiempo pasado o presente. ¿Es un salmo de acción de gracias por la liberación de la crisis que ya ha pasado? O, ¿es una súplica pidiendo ayuda en una crisis de ahora? La última opción es la más indicada.
Angustia
Es evidente que el pueblo está sufriendo una crisis. El salmista, aunque es un individuo, expresa lo que siente todo el pueblo. Se destacan en esta estrofa los verbos y pronombres de primera persona, “yo” y “mi”. El salmista está absorto en su problema. A través del Salmo el enfoque cambia; la fe va creciendo, hasta poner todo el énfasis en los poderosos actos de Dios.
Mi voz elevo. Dios escucha aun los pensamientos de sus hijos, pero aquí el salmista eleva su voz. A veces la intensidad del clamor se expresa por el volumen de la voz. Clamar a Dios, buscarlo en la angustia, levantar las manos y orar a través de la noche son temas frecuentes en los salmos de súplica.