Salmo 77:1 Para el director del coro; según Jedutún. Salmo de Asaf. Mi voz se eleva a Dios, y a El clamaré; mi voz se eleva a Dios, y El me oirá.
Asaf imploró a Dios que le diera valor durante momentos de mucha aflicción. La causa de su angustia era su duda. El dice: «Con mi voz clamé a Dios». Pero en 77.13-20, se olvida de sí mismo. Cuando Asaf hizo sus peticiones a Dios, su centro de atención cambió. Antes pensaba en él, ahora adora a Dios y dice: «Tú eres el Dios que hace maravillas». Solo después de echar a un lado las dudas acerca de la santidad y el cuidado de Dios, logró eliminar la angustia. Cuando oramos, Dios nos levanta para que lo miremos a El y no a nosotros mismos.
Salmo 77:2 En el día de mi angustia busqué al Señor; en la noche mi mano se extendía sin cansarse; mi alma rehusaba ser consolada.
Salmo 77:3 Me acuerdo de Dios, y me siento turbado; me lamento, y mi espíritu desmaya. (Selah)
Salmo 77:4 Has mantenido abiertos mis párpados; estoy tan turbado que no puedo hablar.
Pegar los ojos : Está tan conturbado que no puede dormir.
Salmo 77:5 He pensado en los días pasados, en los años antiguos.
Salmo 77:6 De noche me acordaré de mi canción; en mi corazón meditaré; y mi espíritu inquiere.
Salmo 77:7 ¿Rechazará el Señor para siempre, y no mostrará más su favor?
Salmo 77:8 ¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Ha terminado para siempre su promesa?
Salmo 77:9 ¿Ha olvidado Dios tener piedad, o ha retirado con su ira su compasión? (Selah)
Para siempre : Las seis preguntas retóricas acerca de la misericordia de Dios se contestan recordando que él ha guiado en el pasado fielmente a Israel en medio de las dificultades
Salmo 77:10 Entonces dije: Este es mi dolor: que la diestra del Altísimo ha cambiado.
La diestra : Este símbolo, que a menudo se utiliza en los salmos de Asaf, alude a la capacidad de Dios para realizar prodigios
Salmo 77:11 Me acordaré de las obras del SEÑOR; ciertamente me acordaré de tus maravillas antiguas.
Los recuerdos de la bondad y la fidelidad de Dios sustentaron a Israel a través de sus dificultades. Sabían que Dios era capaz y digno de confianza. Cuando se enfrente a nuevas pruebas, repase las cosas buenas que Dios ha hecho en su vida y esto lo fortalecerá en su fe.