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Salmo 74: El santuario destruido

Suplica por causa de la ruina del Templo

Las súplicas de la comunidad son oraciones que nacen de la angustia de una situación desesperante y claman por socorro. La estructura puede variar, pues contiene la queja, la petición y una conclusión. Pero una estructura más detallada se encuentra en algunos de estos salmos. Este Salmo 74 es un buen ejemplo en que podemos ver la siguiente estructura:

a) un llamado de auxilio y pedido de ayuda
b) una descripción de la calamidad (se involucran tres partes: los enemigos, el pueblo mismo, y Dios);
c) una confesión de confianza (generalmente basada en los hechos pasados);
d) una apelación al honor de Dios o al pacto
e) una súplica de rescate (a menudo usa verbos imperativos y pide el castigo de los enemigos);
f) un voto de alabanza en caso de haber liberación (muchos traducen “alabarán tu nombre”).

El Salmo 74 aparentemente describe el mismo desastre que se lamenta en el Salmo 79 y en el libro de Lamentaciones. Probablemente era la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor en 587 a. de J.C. Algunos han sugerido la profanación del templo por Antíoco Epífanes en 168 a. de J.C.; sin embargo, los descubrimientos de los Rollos del Mar Muerto muestran que Salmos escritos en esa época tardía tenían un estilo muy diferente. El Salmo podría referirse a alguna otra catástrote en el período persa, pero es más probable que sea la destrucción de 587 a. de J.C., de modo que fue escrito durante o pocos años después de ese evento.

Clamor por socorro

El pueblo pregunta por qué, pues no sólo les preocupa la destrucción del templo sino que temen que Dios les haya abandonado. A menudo nosotros también estamos en situaciones que no entendemos. Podemos ser francos con Dios y preguntarle: ¿Por qué?

La referencia a las ovejas de tu prado (versículo 1) es típica de los Salmos de Asaf, y se ve también en Jeremías. La frase indica que el pueblo, aun en esta situación, reconoce que pertenece a Dios; será la fuente de la esperanza que se expresa más adelante.

Tu congregación reconoce que sufren como comunidad. Y es una comunidad de Dios. El la “adquirió” hace mucho. Nótense las dos palabras que vienen del lenguaje del éxodo: adquiriste que conlleva la idea de “comprar”, y redimiste que habla de un rescate.

La tribu de su heredad se refiere a todo Israel y destaca la responsabilidad que Dios tiene hacia su pueblo. No sólo eso, sino que Dios antes habitó en este mismo lugar que ahora abandonó.

Dirige es un imperativo. Pide que Dios tome conciencia de la situación. El Salmo es un desafío a que clamemos a Dios cuando como comunidad estamos sufriendo los daños del adversario, pues aquí recuerdan a Dios que esta destrucción es obra de los enemigos.

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