Salmo 56:11 en Dios he confiado, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?
Esta confianza en el cuidado constante de Dios se reafirma en Hebreos 13:6.
Salmo 56:12 Están sobre mí, oh Dios, los votos que te hice; ofrendas de acción de gracias te ofreceré.
Salmo 56:13 Pues tú has librado mi alma de la muerte, y mis pies de tropiezo, para que yo pueda andar delante de Dios en la luz de la vida.
Oracion de confianza
Aun cuando está en serias dificultades, el salmista entona su canto de confianza a Dios. Si el título indica su origen, el Salmo surge de una de las peores crisis en la vida de David, un peligro real que sólo la mano de Dios podría evitar. Otros salmos con mictam en el título son 16, 57, 58, 59 y 60. El Salmo sigue la estructura de las súplicas individuales.
Muchos salmos hablan de enemigos; a menudo son pueblos extranjeros; pero muchas veces son del mismo pueblo de Israel pero con motivos malos. Los enemigos a veces se refieren a adversarios espirituales y el NT también los aplica así. Así podemos aplicar estos salmos a los peligros de adversarios físicos y humanos y también a los adversarios espirituales, pues los dos nos ponen en peligros reales. Spurgeon, comentando este Salmo, dice: “Si podemos clamar a Dios así contra enemigos humanos, mucho más contra el enemigo de nuestras almas, el diablo… Cuanto más violento el ataque de Satanás, más fuerte será nuestro clamor por liberación.” Hablando de los poderes enemigos en estos salmos individuales, el teólogo Kraus habla del “carácter demoníaco y alevoso de ellos”. Dice: “Esos poderes pretenden separar de Dios a los pobres, a los justos y a los enfermos… Se describen poderes ocultos y prototípicamente malos: fuerzas del destructor, enemigo de la vida, de lo que separa de Yahvé y corrompe la creación.”
El clamor a Dios
Ten misericordia de mí; esta petición incluye todo lo que necesitamos, pues si recibimos la misericordia de Dios tenemos todo. Dios quiere que busquemos su socorro: Clama a mí, y te responderé.
El salmista usa varios vocablos para referirse a los hombres que quieren destruirlo. Aquí hombre es ?enosh que a veces conlleva la idea de debilidad. El salmista sabe que Dios es más poderoso que sus enemigos.
Una declaración de fe
Si temo al hombre, el antídoto es confiar en Dios. Confiar en Dios cuando no haya ninguna razón de temer puede ser una fe sólo nominal. Dice Spurgeon: “Pero confiar en Dios cuando las razones para alarma son muchas y agobiantes es la fe vencedora de los elegidos de Dios.”
¿Cómo puede uno aumentar su fe? La fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo. Nótese cómo el salmista concuerda: En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. Porque se basa en las promesas de Dios, la fe puede ser “específica”, no sólo un sentimiento vago.