Salmo 37:8 Deja la ira y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo,
Salmo 37:9 porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová heredarán la tierra,[e]
La ira y el disgusto (enojo) son dos de las emociones más destructivas. Revelan una falta de fe en que Dios nos ama y está al timón de nuestras vidas. No debemos disgustarnos. En cambio, debemos confiar en el Señor, entregándonos a El para su servicio y para que nos ponga a salvo. Cuando usted se enfrasca en sus problemas, se vuelve ansioso y se enoja. Pero si se concentra en Dios y en su bondad, encontrará paz. ¿Dónde pone su atención?
Salmo 37:10 pues dentro de poco no existirá el malo; observarás su lugar, y ya no estará allí.
Salmo 37:11 Pero los mansos heredarán la tierra[f] y se recrearán con abundancia de paz.
Véase cómo Jesús aplica esto al reino de Dios, que será entregado a los mansos. La mansedumbre no parece ser el arma apropiada para enfrentar enemigos. La batalla de Dios debe llevarse a cabo con una fe serena, humildad delante de El y esperanza en su liberación. Jesús también promete una recompensa segura para los que tienen actitudes humildes
Salmo 37:12 Maquina el impío contra el justo y rechina contra él sus dientes.
Salmo 37:13 El Señor se reirá de él, porque ve que viene su día.
Salmo 37:14 Los impíos desenvainan espada y tensan su arco para derribar al pobre y al menesteroso, para matar a los de recto proceder.
Dios mantiene en la memoria las iniquidades económicas de las naciones y la opresión del pobre , pero el día del ajuste de cuentas llegará
Salmo 37:15 Su espada entrará en su mismo corazón y su arco será quebrado.
Salmo 37:16 Mejor es lo poco del justo que las riquezas de muchos pecadores,[g]
Salmo 37:17 porque los brazos de los impíos serán quebrados; mas el que sostiene a los justos es Jehová.
Salmo 37:18 Conoce Jehová los días de los íntegros y la heredad de ellos será para siempre.
Salmo 37:19 No serán avergonzados en el tiempo de dificultad, y en los días de hambre serán saciados.
Salmo 37:20 Mas los impíos perecerán, los enemigos de Jehová serán consumidos; como la grasa de los carneros,[h] se disiparán como el humo.
Salmo 37:21 El impío toma prestado y no paga; pero el justo tiene misericordia y da.
Se pueden decir muchas cosas acerca del carácter de una persona por la forma en que maneja el dinero. Los impíos disfrazan el robo como préstamo. Los justos dan con generosidad al necesitado. Los impíos, por lo tanto, se centran en sí mismos mientras que los justos buscan el bienestar de los demás.
Salmo 37:22 Los benditos de él heredarán la tierra y los malditos de él serán destruidos.
Salmo 37:23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre[i] y él aprueba su camino.