Sin embargo, la singularidad de tema y de estructura litúrgica indican la unidad del salmo. Los vocablos comunes a las dos partes confirman lo mismo: salvación (vv. 1 y 9); adversarios; corazón; levantar; buscar; vida, “vivientes” es el plural de la misma palabra). Por supuesto, el salmista pudo haber usado un poema ya existente para elaborar este Salmo.
Una declaración de confianza
¡Qué afirmación fuerte de confianza en Dios, basada en una relación personal con él que provee una triple defensa: mi luz, mi salvación, fortaleza de mi vida! La luz disipa la oscuridad; salvación o victoria enfatiza la habilidad de Dios de dar la victoria a pesar de las fuerzas en contra; refugio o fortaleza es un lugar de seguridad.
Confianza frente a los peligros
Los salmistas constantemente hablan de sus adversarios y sus peligros. Devorar mis carnes es la imagen de fieras que devoran su presa; aquí se refiere a los que calumnian.
Pablo dijo que todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús van a sufrir persecuciones. Estas persecuciones pueden ser externas, de otras personas, o internas, de la naturaleza vieja o del diablo. Efesios 6:12 dice que nuestra lucha es contra principados, contra autoridades, contra los gobernadores de estas tinieblas, contra espíritus de maldad… El salmista habla de enemigos físicos, pero el NT aplica este lenguaje de batalla también a la lucha espiritual. Venga de donde venga la oposición, el mensaje es claro, bajo la protección de Dios mi corazón no temerá.
Confianza en la comunión
Una cosa… indica una declaración de propósito muy definida. La Biblia constantemente enfatiza que el creyente debe buscar a Dios y su reino, debe permanecer en comunión con Cristo. Morar en la casa de Jehová se refiere a vivir permanente en la presencia de Dios; tal vida incluía visitas regulares al templo.
El versículo 4 indica dos resultados de esta prioridad:
1) experimentar (contemplar) la belleza y la gloria de Dios (su santidad, su misericordia, su gracia, su verdad, su justicia su amor y la armonía de todas estas cualidades); y
2) disfrutar la dirección de Dios. El salmista sabe que si tiene tal comunión con Dios, el Señor le va a proteger y darle lugar firme (v. 5). Le va a dar la victoria (v. 6, “levantar la cabeza” es señal de triunfo).
Confianza en la oración
El movimiento es de lo general a lo particular; culmina en las dos peticiones específicas de los versículos 11 y 12. En Hebreos “mi rostro” causa dificultades. Las variaciones de las versiones antiguas pueden indicar un problema textual. Aunque a veces pareciera que Dios esconde su rostro, el salmista determina buscar su presencia.