Salmo 140:1 Para el director del coro. Salmo de David. Líbrame, oh SEÑOR, de los hombres malignos; guárdame de los hombres violentos,
Este salmo lamenta la persecución, no de los enemigos paganos de Israel, sino de los hombres violentos en Israel.
Salmo 140:2 que traman maldades en su corazón; que cada día provocan guerras.
Los pleitos que cada día se manifiestan son del tipo que Jam_4:1 describe como maquinaciones de personas codiciosas y malvadas que viven a nuestro alrededor, y no de conquistadores extranjeros.
Salmo 140:3 Aguzan su lengua como serpiente; veneno de víbora hay bajo sus labios. (Selah)
Lengua : Pablo, que también fue calumniado, utilizó este versículo para mostrar que los judíos, así como los gentiles, son culpables de pecado y necesitan un Salvador
Salmo 140:4 Guárdame, SEÑOR, de las manos del impío; protégeme de los hombres violentos, que se han propuesto hacerme tropezar.
Salmo 140:5 Los soberbios han ocultado trampa y cuerdas para mí; han tendido red al borde del sendero; me han puesto lazos. (Selah)
Salmo 140:6 Dije al SEÑOR: Tú eres mi Dios; escucha, oh SEÑOR, la voz de mis súplicas.
Salmo 140:7 Oh DIOS, Señor, poder de mi salvación, tú cubriste mi cabeza en el día de la batalla.
Salmo 140:8 No concedas, SEÑOR, los deseos del impío; no hagas prosperar sus malos designios, para que no se exalten. (Selah)
Salmo 140:9 En cuanto a los que me rodean, que la malicia de sus labios los cubra.
Sus propios labios : El mal es autodestructivo, por lo que las represalias y la venganza no se justifican.
Salmo 140:10 Caigan sobre ellos carbones encendidos; sean arrojados en el fuego, en abismos profundos de donde no se puedan levantar.
Si el fuego del juicio no consume a los malvados, los abismos profundos darán cuenta de ellos.
Salmo 140:11 Que el hombre de mala lengua no permanezca en la tierra; que al hombre violento lo persiga el mal implacablemente.
Salmo 140:12 Yo sé que el SEÑOR sostendrá la causa del afligido, y el derecho de los pobres.
¿A quién se pueden dirigir los necesitados cuando los persiguen? No tienen el dinero necesario para obtener ayuda profesional, quizás no son capaces de defenderse. Sin embargo, siempre hay alguien que está de su parte: el Señor estará junto a ellos y al final les hará justicia. Esto debe consolarnos a todos. No importa cuál sea la situación, el Señor está con nosotros. Pero esta verdad también nos debe hacer un llamado a la responsabilidad. Como pueblo de Dios, tenemos que defender los derechos de los indefensos.
Salmo 140:13 Ciertamente los justos darán gracias a tu nombre, y los rectos morarán en tu presencia.
En medio de todos los vaivenes políticos, el Señor todavía defiende la causa del afligido y el derecho de los necesitados , y esta es otra razón para alabarle.
Suplica individual. Contra la calumnia
El salmista es difamado por enemigos violentos y malvados. El NT usa muchas referencias de los Salmos para mostrar la pecaminosidad del ser humano. Uno de los grandes valores de los salmos es que expresan lo que el creyente quiere orar a Dios en muchas diferentes situaciones cotidianas. No importa cuál sea la dificultad, se encontrará un salmo, o varios, que ayuda a confrontarla con la confianza en que Dios responderá. Los Salmos 140-143 parecen ser un grupo de súplicas que expresan la reacción del creyente frente a diferentes problemas: la calumnia en el 140, la provocación en el 141, la soledad en el 142 y el peligro de muerte en el 143.
Del título (Salmo de David) no podemos estar seguros si fue escrito por él o para él, pero el lenguaje del Salmo es arcaico, de modo que es posible que David fuera el autor. Al salmista le gusta usar el tipo de paralelismo que se llama quiasmo, donde la segunda línea invierte el orden de la primera: por ejemplo en heb. el versículo 1 dice: “Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; del hombre violento, guárdame.” Este orden, que fue llamativo al oído semítico, a menudo se pierde en la traducción. En este Salmo los versículos 1, 4, 5, 8, 10 y 13 contienen quiasmos. Este Salmo demuestra semejanzas con el 58 y el 64.
Oración para protección
Aunque el Salmo dice del hombre, singular, hemos de tomarlo como colectivo; el salmista tiene en mente a ellos. El peligro es real; los enemigos son malos y violentos. La oposición es planeada y constante. Sus ataques llegan en forma de calumnias. De nuevo se nota la gran importancia de las palabras, sean para mal o para bien.
Los enemigos, físicos y espirituales, son violentos y usan trampas; pueden usar cosas que parezcan buenas para hacer caer al piadoso. Pero el salmista sabe que solamente Dios puede guardarnos y liberarnos de estos enemigos.
Oración de confianza
Mi Dios destaca la relación personal con Dios. Dice Calvino: “Hasta que uno tenga la persuasión de ser salvo por la gracia de Dios no puede haber oración sincera.” Fortaleza de mi salvación enfatiza que Dios es un Salvador con poder para liberar de cualquier situación por difícil que sea.
El párrafo habla de tres bases para la confianza:
a) la relación personal con Dios
b) el poder de Dios para salvar experiencias pasadas de liberación el verbo es tiempo pasado).
Juicio sobre los impíos
Aquí tenemos un ejemplo donde estos juicios sobre los impíos pueden leerse como imprecaciones, o como predicciones. En nuestra traducción son verbos futuros diciendo qué será el juicio.
Según el versículo 9, la maldiciones que han dicho los enemigos caerán sobre sus propias cabezas. El versículo 10 habla de brasas y hoyos que representan los juicios de Dios en forma de fuego y diluvio. En el versículo 11 el que perseguía al salmista con maldad será perseguido por el mal.
Confianza y afirmación
El versículos 12 presenta principios generales de la providencia divina. El salmista sabe que Dios actúa de acuerdo con la necesidad de la persona, acude al pobre y a los necesitados.
Como indica la nota, darán gracias puede ser “alabarán”; el verbo heb. yadah indica alabanza en agradecimiento por lo que Dios ha hecho. “Dar gracias” no expresa lo suficiente; “alabar” no indica el aspecto de agradecimiento. El versículo destaca en combinación la rectitud, la alabanza por las obras de Dios y la comunión con él, temas enfatizados a través de toda la Biblia.