Es muy doctrinal, pero notemos cómo enseña las doctrinas de Dios. No lo hace con conceptos abstractos, sino con hechos concretos de lo que significa esta verdad en la vida cotidiana. Así debemos teologizar: aplicar la enseñanza bíblica a todo aspecto de nuestra vida.
Dios omnisciente : me conoce todo
Tú me has examinado. Dios no es como un receptor impersonal de la tecnología moderna que capta todo pero sin discernir entre estados de ánimo, motivos, etc. Dios conoce todo, pero puede discernir nuestra necesidades más íntimas.
Tú es enfático, el que me conoce es el Señor mismo, y me conoce personalmente. Los verbos que se usan en los versículos 2 y 3 (sentarse, levantarse, caminar, acostarse) indican la totalidad de las acciones de cada día. Nótense los mismos verbos en Deuteronomio 6:7.
Pensamiento en el versículo 2 es una palabra que conlleva la idea de “propósito” o “meta”. Has considerado es una palabra que significa “zarandear”. Dios conoce todos mis proyectos, mis sueños, mis deseos, mis propósitos. El sabe si mi acostarme es pereza o el descanso necesario.
El versículo 4 es sorprendente, nos hace cuidar aun lo que nos gustaría decir. Me rodeas en el versículo 5 (tsur) se usa para sitiar un lugar o “encerrar”. Pero el salmista no se siente encasillado; más bien encuentra seguridad en este hecho.
En heb., la última línea del versículo 6 dice: “tan alto que no lo puedo”. Es una elipsis, con “alcanzar” sobreentendido; figura que aumenta el impacto del Salmo. Nuestra mente no alcanza, no comprendemos cómo Dios puede saber todos estos detalles de nuestra vida. Y conoce los mismos detalles acerca de miles y millones de otras personas a la vez. La fe verdadera reconoce la grandeza de Dios, aunque la mente no la puede alcanzar. Para el salmista que ama a Dios, todo esto no es negativo; implica dos lecciones grandes:
1) la responsabilidad, pues hemos de ser francos con Dios y dejar que nos examine a fondo;
2) la seguridad, porque Dios conoce nuestras dificultades y peligros y nos ama, sabemos que nos cuida: Sobre mí pones tu mano.
Dios omnipresente : está dondequiera que yo vaya
¿A dónde me iré…? Dios está presente en todo el universo. Nótese qué bien el lenguaje encuadra con la revelación más completa del NT, donde está el Espíritu de Dios, allí también está su presencia.
En los versículo 8 y 9 el salmista presenta una serie de contrastes para mostrar lo infinito de la presencia de Dios: los cielos, el Seol, el alba (que puede sugerir el oriente), el extremo del mar (que fue sinónimo al occidente). No hay lugar en el universo donde uno podría escapar de la presencia de Dios, ni en las galaxias, ni en las estrellas más lejanas, todo es parte del universo que Dios creó y en el que señorea. Dios aun está a cargo del Seol; el infierno no está gobernado por Satanás como algunos sugieren.
En el versículo 10, la palabra asirá (?ajaz), “agarrar”, muestra el cuidado de Dios. El salmista no quiere huir de la presencia de Dios; sabe que en cualquier situación, aun la que parezca oscura, Dios lo “agarra”, lo sostiene y lo guía. Dios quiere que nosotros tengamos esta misma confianza en él.