Salmo 139:24 Y ve si hay en mí camino malo, y guíame en el camino eterno.
Las afirmaciones previas de David son suavizadas por su reconocimiento de que la maldad también podía estar penetrando en las entretelas de su corazón. Juzgarse a sí mismo es mejor que tomar venganza
Ira y venganza en el libro de los salmos
Algunos salmos impactan a quienes están familiarizados con las enseñanzas del Nuevo Testamento. Los salmistas no dudaron en demandar la justicia de Dios y hacer sugerencias vívidas de cómo El debía llevarlas a cabo. Al parecer, ningún asunto era indebido para discutir con Dios, sin embargo nuestra tendencia es evitar los temas de ira y de venganza en los salmos. Para comprender las palabras ira y venganza, necesitamos analizar varias cosas:
(1) Dios iba a llevar a cabo los juicios que se pedían y se escribieron como resultado de un intenso sufrimiento nacional e individual. Las personas no pueden ni están dispuestas a tomar la venganza por sí solas y piden la intervención de Dios. Debido a que pocos hemos sufrido una crueldad intensa a un nivel nacional o personal, se nos hace difícil comprender estos arranques de ira.
(2) Los escritores estaban muy conscientes de la justicia de Dios. Algunas de sus palabras son esfuerzos para imaginar vívidamente lo que Dios puede permitir que le ocurra a los que dañan a su pueblo.
(3) Si nos atreviéramos a escribir nuestros pensamientos cuando nos atacan con injusticia o cuando sufrimos la crueldad, nos sorprenderíamos de nuestro deseo de venganza y de todo lo que tenemos en común con estos hombres de la antigüedad. Los salmistas no tenían el mandato de Jesús de orar por los enemigos, pero comenzaron por el buen camino. Tenemos el reto de devolver bien por mal, pero hasta que no respondamos a este reto, no sabremos cuánto necesitamos de la ayuda de Dios para perdonar a los demás.
(4) Existe un paralelo útil entre los salmos de ira y los salmos de venganza. Los salmos de «ira» son intensos y gráficos, no obstante están dirigidos a Dios. Se le dice de una manera libre cuán decepcionante es cuando le da las espaldas a su pueblo o actúa con demasiada lentitud. Pero si bien estos pensamientos y sentimientos se expresaron con sinceridad, sabemos por los mismos salmos que a estos sentimientos pasajeros les siguió una confianza renovada en la fidelidad de Dios. Es razonable esperar lo mismo de los salmos de «venganza». Leemos, por ejemplo, el arranque de ira en contra de la persecución de Saúl en el Salmo 59 y aun así sabemos que David nunca tomó venganza personal en contra de Saúl. Con total libertad, los salmistas le expresaron a Dios lo que pensaban, con la confianza de que El podía separar lo que se quería decir y lo que se sentía. Ore con esa misma seguridad, se puede confiar en Dios con todo el corazón.
Salmo didactico. Omnisciencia y Omnipresencia de Dios
El exégeta judío Ibn Ezr lo llamó la corona del libro de los Salmos. Sólo en Job hay semejante profundidad de deseo de que Dios le examine. Por cierto, muestra paralelos con el lenguaje de Job, por eso Dahood lo fecha en el siglo VII a. de J.C., aunque muchos otros fechan tanto Job como este Salmo como posexílico.
El Salmo es útil para quitarnos las máscaras engañadoras y las hipocresías que tantas veces estorban la comunión con Dios y la vida de la iglesia.