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Salmo 126: Plena Restauración de la Nación

Salmo 126:1 Cántico de ascenso gradual. Cuando el SEÑOR hizo volver a los cautivos de Sion, éramos como los que sueñan.

Este alegre cántico se refiere al regreso de los judíos de la cautividad babilónica, después de 70 años de exilio. Tres metáforas expresan el gozo inefable del regreso: un sueño placentero, el agua refrescante de los arroyos en el área desértica meridional, y las festividades de la cosecha.

Salmo 126:2 Entonces nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de gritos de alegría; entonces dijeron entre las naciones: Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con ellos.

Salmo 126:3 Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros; estamos alegres.

Salmo 126:4 Haz volver, SEÑOR, a nuestros cautivos, como las corrientes en el sur.

Salmo 126:5 Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo.

Lágrimas y quebrantamientos en la guerra victoriosa, La guerra de la fe. En la Escritura, las lágrimas desempeñan un papel único en el crecimiento espiritual. Aquí descubrimos que cuando se siembra con lágrimas, no sólo se recogerá una cosecha espiritual, sino que ello dejará un espíritu de regocijo en el sembrador. Este pasaje, junto con otros en la Escritura que se relacionan con un espíritu sufrido, describe varios propósitos y funciones relacionados con lo que podría llamarse «el ministerio de las lágrimas», un ministerio que Charles H. Spurgeon definió como la «oración líquida». Hay lágrimas de pena o sufrimiento; lágrimas de gozo; lágrimas de compasión; lágrimas de desesperación; lágrimas de agonía, o de parto; lágrimas de arrepentimiento. Claramente, la pasión es necesaria en la guerra espiritual.

Salmo 126:6 El que con lágrimas anda, llevando la semilla de la siembra, en verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas.

La capacidad de Dios para restaurar la vida va más allá de nuestro entendimiento. Los huesos rotos sanan. Aun la angustia no es una condición permanente. Aun nuestras lágrimas pueden ser semillas que produzcan una cosecha de gozo debido a que Dios puede sacar algo bueno de una tragedia. Cuando la tristeza lo abrume, sepa que sus momentos de angustia terminarán pronto y que una vez más encontrará el gozo. Debemos tener paciencia cuando esperamos. ¡Ya viene la gran cosecha de alegría de Dios!

Suplica comunitaria por la completa restauracion

Aunque este cántico se puede usar en muchas ocasiones, es probable que se originó después del regreso del cautiverio babilónico, o en 516 a. de J.C. (cuando fue terminado el segundo templo), o en el tiempo de Esdras y Nehemías. El pueblo recuerda los primeros felices días del regreso.

El gozo de la restauración

Los cantos de ascenso gradual se cantaban cuando los Israelitas subían a Jerusalén para adorar a Dios. Cuando el pueblo recuerda y alaba a Dios por las grandes cosas que ha hecho en su vida, siempre le da gozo y aumenta su fe. Era tan grande lo que Dios hacía que parecía que soñábamos.

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