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Salmo 125: La Seguridad de los que Confian en Yahvé

Salmo 125:1  Cántico de ascenso gradual. Los que confían en el SEÑOR son como el monte Sion, que es inconmovible, que permanece para siempre.

El monte Sion : Símbolo de seguridad. ¿Ha conocido alguna vez a personas que les atraía cada nueva idea o moda que surgía? Esa clase de personas son inconstantes y, por lo tanto, no son confiables. El secreto de la constancia es confiar en Dios debido a que El nunca cambia. No pueden sacudirlo los cambios en nuestro mundo y además permanece para siempre. Las ideas, las modas de este mundo y el mundo mismo pasarán.

Salmo 125:2  Como los montes rodean a Jerusalén, así el SEÑOR rodea a su pueblo desde ahora y para siempre.

Jerusalén : Está situada en una cadena de elevaciones que se extiende de norte a sur, paralela a la orilla occidental del río Jordán.

Salmo 125:3  Pues el cetro de la impiedad no descansará sobre la tierra de los justos, para que los justos no extiendan sus manos para hacer el mal.

A pesar de que el salmista escribió «no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos», a menudo Israel tuvo que soportar gobernantes perversos. El salmista expresaba lo que sucederá cuando todo termine, cuando Dios ejecute su juicio final. La pecaminosidad humana a menudo arruina el ideal de Dios en la tierra, pero esto no significa que Dios haya perdido el control. El mal permanecerá solo hasta que El lo permita.

Salmo 125:4  Haz bien, SEÑOR, a los buenos, y a los rectos de corazón.

Salmo 125:5  Mas a los que se desvían por sus caminos torcidos, el SEÑOR los llevará con los que hacen iniquidad. Paz sea sobre Israel.

Suplica colectiva. Oracion de confianza

Este es el sexto de los “Cantos de ascenso gradual”. De su contenido deducimos que fue escrito en Jerusalén en un tiempo cuando una nación extranjera gobernaba o controlaba la ciudad. El énfasis está en la protección de Jehová y en la responsabilidad de mantener la confianza en Dios.

Expresión de confianza

Aunque los peregrinos marchan hacia Sion, su confianza no está en la ciudad ni en la religión sino en Jehová mismo. Para los creyentes, los aspectos de la creación de Dios sugieren su obra en la vida de su pueblo. Los que confían en él son tan estables como Sion.

El versículo 2 sigue con los paralelos; ahora los otros montes sugieren la protección de Dios alrededor de su pueblo. Para hacer hincapié en esta seguridad, repite de nuevo que es para siempre. En el Salmo 121 los montes también sugerían la protección que Dios da a los suyos.

El versículo 3 indica que los impíos controlaban la ciudad. Se nota cierta semejanza con el pensamiento de Ezequiel en los versículos 3 y 5. Pero tal dominación no será permanente. El salmista espera que venga pronto el juicio de Dios porque cuando los impíos dominan el gobierno, algunos de los justos son tentados y caen en los mismos actos malos. Aunque el salmista enfatiza la protección de Dios, hace claro que los piadosos pueden tener problemas.

Oración y advertencia

La confianza de los versículos 1-3 forma la base de esta oración. El salmista pide la ayuda y bendición de Dios; que Dios recompense a los justos pero que juzgue a los que se apartan para hacer mal. Dios es soberano, pero el ser humano tiene que tomar la decisión moral de obedecer a Dios y seguir confiando en él. El resultado de lo que el salmista pide será la paz sobre Israel, su pueblo.

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