Salmo 106:1 ¡Aleluya! Dad gracias al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.
El Salmo 106 continúa el relato del precedente de manera diferente: presenta en forma realista el pecado de Israel hasta su destrucción por Babilonia.
Mientras el Salmo 105 es un resumen de la fidelidad de Dios, el 106 es un resumen de la pecaminosidad del hombre a lo largo de la historia. El Salmo 105 abarca los sucesos hasta el éxodo de Egipto y el Salmo 106 abarca los hechos desde el éxodo hasta lo que parece ser el cautiverio babilónico
Salmo 106:2 ¿Quién puede relatar los poderosos hechos del SEÑOR, o expresar toda su alabanza?
Si alguna vez nos detenemos para hacer una lista de los milagros que hay en la Biblia, nos sorprenderemos. Incluyen cada aspecto de la vida. Mientras más pensamos en lo que Dios ha hecho, más apreciamos los milagros que ha realizado en nuestras vidas: nacimiento, desarrollo de la personalidad, amigos amorosos y familia, dirección específica, sanidad, salvación… la lista es interminable. Si cree que nunca ha visto un milagro, mire más de cerca y verá el poder de Dios y su intervención amorosa en su favor. ¡Dios sigue realizando grandes prodigios!
Salmo 106:3 Bienaventurados los que guardan el juicio, los que practican la justicia en todo tiempo.
Salmo 106:4 Acuérdate de mí, oh SEÑOR, en tu bondad hacia tu pueblo; visítame con tu salvación,
Salmo 106:5 para que yo vea la prosperidad de tus escogidos, para que me regocije en la alegría de tu nación, para que me gloríe con tu heredad.
Salmo 106:6 Nosotros hemos pecado como nuestros padres, hemos hecho iniquidad, nos hemos conducido impíamente.
Pecamos : Esta sección inicia el relato de las siete ocasiones en que Israel se rebeló contra Dios durante su peregrinación por el desierto.
Salmo 106:7 Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de tu infinito amor, sino que se rebelaron junto al mar, en el mar Rojo.
Salmo 106:8 No obstante, los salvó por amor de su nombre, para manifestar su poder.
Salmo 106:9 Reprendió, pues, al mar Rojo, y se secó; y los condujo por las profundidades, como por un desierto.
Salmo 106:10 Los salvó de mano del que los odiaba, y los redimió de mano del enemigo.
Salmo 106:11 Las aguas cubrieron a sus adversarios, ni uno de ellos escapó.
Salmo 106:12 Entonces creyeron en sus palabras, y cantaron su alabanza.
Salmo 106:13 Pero pronto se olvidaron de sus obras; no esperaron su consejo.