Salmo 11:7 Porque Jehová es justo y ama la justicia, el hombre recto verá su rostro.
Mirará : La recompensa de una persona buena es mirar a Dios cara a cara.
Súplica individual. Oración de confianza
Este Salmo demuestra cómo orar frente a consejos equivocados. Tales consejos pueden venir de amigos bien intencionados o de opositores que desean hacer caer al siervo de Dios. El Salmo puede reflejar un episodio en la vida de David, pero es apropiado para toda situación en que personas o poderes se oponen al creyente o a la iglesia.
Consejos equivocados
El salmista empieza afirmando su fe en Jehová, después habla de los detractores. El que habla está siendo atacado por los impíos, pero no es claro si el consejo equivocado es de ellos o de amigos. Le están aconsejando que huya, pues ya todo está perdido; mejor es abandonar la lucha y salvar su propia vida. Cuántas veces el siervo de Dios en la batalla espiritual está tentado (y aconsejado) de seguir la misma sugerencia equivocada.
El versículo 2 indica el peligro, que es peligro de muerte, pues los enemigos tienen las armas listas para disparar contra los rectos de corazón. Los fundamentos (versículo 3) puede referirse a personas (líderes) o a la ley y el orden. Según los consejeros, ya el justo no puede hacer nada.
El arco, las flechas y la cuerda
Los fundamentos, sean personas o principios, siempre son importantes. El diablo trata de destruirlos; si puede destruir la confianza en las Escrituras o la dependencia de Dios, o si puede cegar a los creyentes a las realidades espirituales, logra debilitar la iglesia y anular su impacto en la sociedad.
El Salmo es rico en su construcción literaria. Nótense algunas figuras y contrastes repetidos:
1) la idea de refugio o asilo, al monte, en su templo, en Jehová;
2) Dios aborrece al impío pero ama la justicia;
3) los malos se esconden, en oculto, pero Dios ve y examina y al final los rectos contemplarán su rostro.
La respuesta de fe
El salmista no cae en la trampa del consejo equivocado porque confía en Dios, y esta confianza se basa en fundamentos firmes: el carácter y la naturaleza de Dios. En contraste con el versículo 3, el versículo 4 habla de firmeza; Dios está firme; el que está anclado en él tiene fundamentos sólidos. De modo que el salmista no huye de la batalla o de la prueba porque sabe que Dios mira todos los detalles, es justo y es poderoso para cuidarlo y para hacer justicia a los impíos.