Un encuentro nocturno
Esta sección continúa la historia del joven y la adúltera, subrayando la segunda escena de este drama tan trágico. Ya la adúltera ha salido de su casa en busca del joven. Así ella es tan culpable como él. Cada uno está buscando al otro, desesperados por un encuentro nocturno, seguramente un encuentro hecho anteriormente. La frase he aquí viene del narrador, que muestra sorpresa en ver aparecer a la mujer con vestido de prostituta. Nos hace recordar el engaño de Tamar hacia su suegro Judá, cuando ella quiso tener un hijo de los parientes de su marido fallecido para tener un lugar seguro entre el pueblo. Ella se vistió de prostituta para atrapar a Judá, llegar a estar embarazada y tener un hijo. En el caso de Tamar había un velo, un manto, un lugar y una manera de sentarse, identificándose como prostituta. En la misma manera, la mujer casada se ha adornado con lo que le hará parecer como una mujer callejera. Y por eso el narrador pudo identificar el vestido de la prostituta. La segunda descripción la identifica como alguien muy guardada, es decir no comparte sus intenciones. Ella, entonces, es astuta y peligrosa.
Los versículos 11 y 12 detallan aún más la naturaleza de su carácter pecaminoso. Ella es como «el rugido» o «el estruendo», posibles significados para la palabra hamah. Y ella es sarar, que significa «porfiada» y «rebelde», no cumpliendo sus promesas.
El versículo 11b y el versículo 12 van unidos, el versículo 12 explicando la característica de no «permanecer en su hogar». Por supuesto, la mujer del mundo antiguo podía salir fuera para los fines legítimos, como se puede ver en el ejemplo de la mujer virtuosa del Salmo 31:10-31. Ella está fuera de casa, comprando los comestibles, comprando un terreno y plantando una viña, ayudando al pobre y vendiendo sus telas. Hay razones legítimas para salir del hogar. Sin embargo, la mujer casada sale en la noche cuando ya hay poca actividad legítima, cuando el peligro se ha aumentado y busca el mal. Ella es como los impíos Deuteronomio 4:16 que no pueden dormir sin hacer el mal. Otra vez, los pies se utilizan no para glorificar a Dios sino para hacer el mal. Los pies como el instrumento del pecado se han subrayado antes cuando se dijo que ellos corren al mal… se apresuran para derramar sangre y hacen señas (raspar) con los pies. El versículo 12 refuerza las salidas de la mujer adúltera. La palabra pa’am, traducida como unas veces… otras veces… pareciera ser el sonido de alguien tocando un tambor. ¡Pa’am! Está en la calle. ¡Pa’am! Está en el mercado. Ella se encuentra en cualquier esquina, porque conoce y va a todas las esquinas. Y en la esquina, ella espera para… En 23:27, 28 se describe a la prostituta que espera como el asaltante. También se usa la palabra «esperar» en este sentido en 1:11, donde los ladrones que invitan al joven ingenuo se jactan de «esperar» y «emboscar» a los inocentes.
El narrador termina su descripción de la mujer adúltera y prostituída. Ahora él sigue dando detalles sobre los eventos que están ocurriendo (versículos 13-20). El versículo 13 muestra cómo ella agarra al joven y lo besa. El tiempo pasado de besar en el versículo 13 muestra que fue un hecho acabado. Nos hace recordar el beso de Judas en la traición de Jesús. El beso no representó lo que estaba en el corazón de Judas. Tampoco el beso de la adúltera es genuino. Alguien que está dispuesto a traicionar a su marido (o a su esposa) no va a ser fiel a otra persona.
Los versículos 14-20 son una cita directa de la mujer adúltera, como un esfuerzo verbal para persuadirlo a acompañarla a su hogar. Al final ella va a estar en su hogar, pero por un propósito ilícito. Ahora podemos escuchar los labios mientras gotean miel y la suavidad de lengua.
Las palabras de la mujer adúltera son difíciles de traducir. Son tres palabras en el versículo 16 que no aparecen en ningún otro pasaje del AT:
(1) He preparado o he tendido (una palabra hebrea obscura, repetida en la traducción para completar la oración);
(2) lino;
(3) la palabra hebrea jasubot, que se define como lino obscuro de varios colores, no traducida de forma independiente, pero sí ayudó agregar de Egipto, pues de allí venía el lino. Por lo tanto, la palabra colchas tiene sólo una cita además del versículo 16 y está traducida tapices. En el versículo 17, se encuentran las palabras áloe que aparece sólo 4 veces en el AT y canela que aparece sólo 3 veces en el AT. En el versículo 18, «deleitarse» aparece en una de sólo dos veces que se presenta en el AT. La palabra luna llena en el versículo 20 aparece sólo una vez más en el AT, donde se subraya como un día de fiesta. Quizás aquí el marido volverá para estar presente en alguna fiesta prominente, como la de la luna llena.