Proverbios 4: La alta y constante prioridad de la sabiduría

Siguen las ventajas de la sabiduría en el versículo 13 pero ahora bajo la designación de la disciplina (ver 3:11, 12 para una discusión amplia del concepto de disciplina, musar). Se emplean tres verbos para describir el compromiso que hay que tener con la disciplina: aferrarse, no soltar y conservar. Musar se iguala a la vida del joven: Ella es tu vida (versículo 13; el verbo se agrega para la lectura en castellano). La relación íntima refleja el espíritu del versículo 6.

Sin duda que el sabio hace atractiva la sabiduría. Tal atractivo representa la realidad de la vida. El sabio mira de cerca las características y las consecuencias del camino impío. Hay un espíritu de urgencia en el texto (versículo 15: Evítalo).

El versículo 14 desarrolla el tema de la mala compañía, un tema muy conocido dentro de Proverbios (1:10-19; 3:31, 32; 16:29; 22:24, 25; 23:20, 21; 24:1, 2). El espíritu y hasta el contenido nos recuerdan el Salmo 1:

Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los burladores.

Junto al versículo 15, el maestro le ruega evitar andar con los impíos o andar como los impíos. “Más vale prevenir que curar” es un dicho importantísimo. Al entrar al estilo de la vida del impío, el joven se abre a todas las consecuencias de una vida desordenada. Entre el versículo 14 y el versículo 15, se muestran seis expresiones verbales señalando la importancia de eludir el camino del impío. El versículo 15 utiliza los pronombres, a menudo aludiendo a las palabras sendero y camino del versículo 14.

Los versículos 16 y 17 revelan dos razones para no entrar en la senda del malo. En primer lugar, “ellos”, una referencia a los impíos o malos del versículo 14, están poseídos por la adicción de hacer el mal. Sus noches no son para descansar sino para cumplir su adicción. No se sienten tranquilos hasta hacer algún mal y lastimar a alguna persona. Jesús resume la verdad de este ver- sículo: De cierto, de cierto os digo que todo aquel que practica el pecado es esclavo del pecado. A pesar de tal realidad, Jesús ofrece la libertad al pecador: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

El versículo 17 expone sobre el alimento cotidiano del impío, es decir impiedad y vio- lencia. Los elementos de pan y vino son los comestibles cotidianos de los orientales desde la antigüedad y hasta el presente en muchos países del mundo. El Predicador habla de la vida cotidiana del justo cuando escribe: Anda, come tu pan con gozo y bebe tu vino con alegre corazón, porque tus obras ya son aceptables a Dios. Por cierto, estos elementos fueron elegidos por Cristo como símbolo de su sacrificio por el pecado de los hombres. Entonces, el versículo 17 habla del alimento diario de los impíos, mostrando así junto al versículo 16 que los impíos o malos meditan y viven tanto de día como de noche para lograr algún daño y para herir alguna persona. ¡Qué vida tan triste! ¡Qué esclavitud tan grande!

Los versículos 19 y 20 clausuran la sección con una comparación clara y resplandeciente. Por un lado, “el camino” de los impíos, su vida, su conducta, su futuro, es como la noche que presenta varias oportunidades para que ocurra algún daño. Así aquellos que son esclavos a la adicción del mal, que andan de día y aun de noche haciendo la violencia, no se dan cuenta que su vida es toda oscura. No saben cuándo ni cómo se van a caer. En 28:1 se implica que el impío siempre anda inseguro ya que la imagen es que él está huyendo aunque nadie le está persiguiendo. Las metáforas acerca de la oscuridad (tinieblas) y la luz abundan en el NT. Jesús afirma que el que anda en tinieblas no sabe a dónde va. También dice: Pero si uno camina de noche, tropieza porque no hay luz en él.

Por el otro lado, el versículo 18 presenta una de las escenas más hermosas del libro de Proverbios. La palabra hebrea nogah, que significa “lo brillante o el amanecer” juega un papel central en el texto. Ponerse en la senda del justo es como encontrarse en la aurora de un nuevo día. Hay un momento cuando se ven las primicias de la luz y la noche empieza a dejar de cubrir todo. Ya llega la aurora y sigue apoderándose del ambiente. La escena sigue hasta que llega al pleno día. ¡Qué escena tan pintoresca! Como la luz de la aurora crece hasta llegar a la culminación de su capacidad de brillar, así el joven que aprende las enseñanzas del maestro, que hace un compromiso vital con la sabiduría, tiene una aurora en su vida y empieza a crecer mientras agrega y aplica estos dichos a su vida. Más grande aún es la experiencia de nacer como la aurora en Cristo Jesús: Yo soy la luz del mundo, dijo Jesús. El que me sigue nunca andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Pedro escribe: Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Y a sus discípulos, Jesús dijo: Vosotros sois la luz del mundo… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de modo que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Escoja usted su camino

1. Las características del camino malo incluyen la incertidumbre, la atracción carnal y la obscuridad, versículos 14-17.

2. Las atracciones del camino de luz incluyen la seguridad, la honestidad y la compañía divina, versículos 18-19.

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