Las palabras de Agur Ben Jaque
La búsqueda de Dios
Son varias las interpretaciones del nombre encontrado en el versículo 1. Por un lado, algunos eruditos judíos subrayaron la exclusividad de Salomón como autor único, afirmando así un nombre oculto en el título para designar a Salomón. Una segunda teoría afirma que Masá ha de traducirse como un oráculo y no como un lugar o una familia. La tercera y mejor teoría apunta al séptimo hijo de Ismael y a la región de la tribu.
La segunda parte del versículo 1 es difícil en que ni el texto hebreo ni el de la Septuaginta ni el de la Vulgata están de acuerdo. El hebreo dice “a Itiel, a Itiel y a Ucal”, quizás los oyentes originales de estas palabras orientales. Traducidos los nombres, serían “conmigo está Dios” o “hay un Dios”. Por lo tanto, la palabra “no hay Dios” puede apuntar a la característica de ser incapaz o infiel (no creyente). De todas maneras, el pasaje es difícil porque se debe utilizar el vocativo para Dios, como “Oh Dios,…” El texto presentado es una enmienda de las vocales y sigue una de varias traducciones.
En el versículo 2, el hombre reconoce su ignorancia utilizando el método de la exageración afirmándose como el más ignorante de los hombres.
En el versículo 3, aprender la sabiduría se relaciona con una comunión con Dios. El libro de Proverbios trata el tema de adquirir la verdadera sabiduría. No se sirve a Dios a través de mantenerse en una ignorancia infantil e inmadura. Hay que leer la Palabra de Dios, orar cada día y unirse a los creyentes, obteniendo así la sabiduría divina.
El versículo 4 se llena de cinco preguntas retóricas que esperan la respuesta “nadie” o “sólo Dios”. Por supuesto, Jesús descendió del cielo y después ascendió. Además, como la sabiduría de Proverbios 8, Jesús estuvo en la creación. Sin embargo, ningún hombre puede afirmar tal cosa, como aprendió Job. Todavía la creación es un enigma, donde tan poco se conoce. Se enfoca la unidad de Dios.
El versículo 5 tiene una linda afirmación en cuanto a la palabra de Dios. Se incluye toda palabra y se describe como tsarap, que se traduce probada (como en el oro “probado” o “refinado”). Así, cada palabra divina está ya probada. La segunda parte del versículo apunta a la protección dada por Dios a los refugiados.
La advertencia en el versículo 6 exhorta al lector a la prudencia en el hablar, un tema frecuente en Proverbios. Jesús dijo que mejor es hablar sí, sí y no, no. El dicho popular informa que “la mentira tiene patas cortas”. Además, un segundo modismo dice “al pan, pan, al vino, vino”.
Una súplica íntima
Los versículos 7-9 forman un párrafo unido por un solo pensamiento. El versículo 7 ruega la contestación de una doble petición que el orador espera ver antes de morir. Nos hace recordar el ejemplo de Simeón, quien vio al Mesías antes de morir.
El versículo 8 explica los dos aspectos de la petición. Por un lado, se pide ayuda en el carácter y el hablar (es decir, vanidad y palabra mentirosa). En segundo lugar, el hombre pide el pan cotidiano. El pan cotidiano se opone a la extrema pobreza y a la riqueza abundante.