Las tres enseñanzas financieras
Los versículos 26 y 27 hablan en contra de la fianza. Se presenta a un hombre sin poder económico, quien hace un compromiso como fiador (¿pretende ser rico? y puede esperar la pérdida de todo hasta la misma cama, quedando así sin un lugar para ser consolado.
El versículo 28 repite el concepto del lindero. Normalmente, el lindero consiste en unas piedras que marcan los límites de un terreno (ver frontera, en el sentido de un pueblo; lindero, en el sentido de una familia). Se prohíbe desde la antigüedad el cambio de los linderos. Tal hecho podría empobrecer una familia y era, en un sentido legal, un robo. (En una forma figurativa, algunos líderes de la iglesia de la Edad Media utilizaron este versículo para afirmar que la tradición podía fijar la fe ortodoxa.)
El versículo 29 entrega una pregunta retórica para apuntar al hombre diligente. Tal individuo estará con los reyes, los hombres de renombre e influencia, y no con los de baja condición o puede apuntar a aquellos que son “oscuros” o “desconocidos”.
Una respuesta al grito del pobre
Nuestro mundo egoísta se caracteriza por el triste lamento de la explotación y marginación del necesitado. Hoy más que nunca el grito del pobre resuena en toda conciencia cristiana. La pregunta es: ¿Cómo responder al clamor del marginado?
1. Hay que identificarse con los pobres.
(1) En su dolor
(2) En su situación social
(3) En su derecho
2. Hay que buscar una justicia social.
(1) En los derechos humanos
(2) En la justicia gubernamental
3. Hay que ofrecer una salvación integral.
(1) Espiritual
(2) Socioeconómica
(3) Política