El versículo 19 repite el tema de la naturaleza insoportable de la mujer rencillosa, agregando una segunda característica, ser iracunda. La metáfora de la tierra desierta apunta a un lugar donde es difícil sobrevivirx. De ese modo, es mejor enfrentar la soledad y el desafío de la sobrevivencia en el desierto que vivir con una mujer de contiendas y enojos.
En el versículo 20 se muestra cómo el sabio o prudente guarda el tesoro precioso y aceite, mientras el necio ante las normas morales y la sabiduría o prudencia lo “traga”. Gastarlo todo no es prudente.
El versículo 21 presenta tres resultados positivos a los que persiguen la justicia y la bondad. Son la vida (una vida prolongada y de una calidad superior), la justicia y la honra (el orgullo sano). Nos hace recordar los regalos de sabiduría en 3:16: Abundancia de días… riquezas y honra.
En el versículo 22 se sorprende al lector mostrando cómo el sabio es superior al fuerte subiendo (el verbo perfecto muestra la realidad absoluta) por encima de la ciudad y haciendo caer la fortaleza, la confianza del fuerte. Se recuerda la toma de Jerusalén por parte de David, cuando se utilizó la sabiduría para entrar.
El versículo 23 subraya el dominio propio del habla. Guardarse en el aspecto del habla significa guardarse de angustias.
Los deseos frustrados
El versículo 24 detalla el carácter del “burlador”. Se repite la raíz hebrea zd, con las palabras arrogante, que puede traducirse “insolente”, y altivo (o “soberbia”’). Así es su actuar y su ser.
El versículo 25 subraya la desgracia del perezoso. Por un lado, el flojo tiene un deseo (un apetito) tal cual como todo hombre. Sin embargo, la forma verbal de piel en la palabra rehúsa muestra el hecho absoluto de esta actitud, de que las manos del perezoso rechazan el trabajo. En 16:26 se muestra cómo el hombre común se da cuenta de la necesidad del trabajo.
En el versículo 26 se encuentran dos personas. Por un lado, está el hombre que desea y desea (quizás la connotación negativa de codiciar). Sin embargo, lo único del hombre es el deseo. Por otro lado, está el justo que tiene y da con generosidad. Uno no puede satisfacer su propio deseo, mientras el otro es capaz de satisfacer el propio y el de los demás.
El versículo 27 subraya que Dios rechaza el sacrificio del impío, usando la palabra abominación. Aquí se agrega el doble rechazo del sacrificio. Primero, la fuente del sacrificio es la impiedad. En segundo lugar y aun peor cuando hay una razón o un propósito oculto y perverso.
El versículo 28 vuelve a tratar el tema frecuente del testigo falso y su fin asegurado. Se contrasta con el oyente quien siempre puede hablar.
El versículo 29 muestra la inflexibilidad del carácter del impío. La palabra descarado muestra una audacia no sana y una firmeza que no cambia. Por otro lado, el rectísimo siempre está dispuesto a establecer sus caminos (el pronombre él subraya su responsabilidad, como también lo hace el hiphil).
El versículo 30 proclama el poder absoluto de Dios sobre aquellos en su contra. Ni la sabiduría (humana) ni el entendimiento (humano) ni el consejo (humano) puede derrotar a Dios. ¡Qué tontería ir en contra de Dios! Sin embargo, cada vez que el hombre se levanta contra la ley divina lo está haciendo contra Dios.
En el versículo 31 se repite la soberanía de Dios en uno de los momentos más difíciles del ser humano, la guerra. Tal afirmación de la guerra era reconocida en los días de la conquista de Canaán. Caballo apunta a un armamento muy significativo en el día de ayer.