Proverbios 19: Mejor es el pobre que camina en integridad que el fatuo de labios perversos

El versículo 11 habla del hombre con un criterio bien formado. Esta capacidad de distinguir se utiliza para producir (la forma verbal es hiphil perfecto, es decir, el hombre es responsable y esforzado para que tal actitud se concrete) lentitud en la ira. En este mismo sentido, la gloria y el orgullo sano se pueden ver en la capacidad de ignorar una ofensa (por ejemplo algún mal concreto que puede pedir un castigo de parte de la sociedad como es la transgresión). Se nota el valor del dominio propio.

El versículo 12 muestra las dos actitudes del rey. Por un lado, se compara la ira (o furia como de una tormenta o del mar) del rey con el león rugiente. Nos recuerda la actitud del rey David, al saber por el profeta Natán acerca del rico que tenía muchas ovejas pero roba al pobre de su único y amado corderito. David, lleno de ira, dijo: ¡Vive Jehová, que el que hizo semejante cosa es digno de muerte! El debe pagar cuatro veces el valor del corderito, porque hizo semejante cosa y no tuvo compasión. Por supuesto, tal individuo era David mismo. Utilizando una segunda metáfora del rocío, se explica la naturaleza beneficiosa del favor del rey (ver el favor del rey persa hacia Ester, el favor de Herodes hacia la hija de Herodías). Así, el favor del rey es tan beneficioso como el rocío que es necesario para la hierba, especialmente en un lugar árido.

En el versículo 13 se combinan dos individuos que pueden hacer miserable un hogar. En primer lugar, el hijo necio es la ruina de su padre. En segundo lugar, la metáfora de la gotera continua (de la lluvia) refleja la contienda continua de la mujer o esposa. Nos hace recordar a la mujer de Job, quien le dijo: ¿Todavía te aferras a tu integridad? ¡Maldice a Dios, y muérete!. Es la imagen de la mujer “regañona”.

El versículo 14 subraya el gran valor de una mujer prudente (de criterio y de sentido común) como otros pasajes hablan de la mujer apreciada. Mientras una familia puede guardar y entregar una casa y una riqueza al hijo, Dios es el dador de una esposa prudente, un valor inestimable. Se resalta la importancia de encontrar la mujer idónea.

La flojera, la pobreza y el hijo

El versículo 15 repite el dicho que condena la flojera. El sueño profundo es la imagen de Adán, de Saúl y sus hombres, del hombre en el medio de la noche, de Abram y del pueblo pecaminoso. Aquí se refiere a la insensitividad y al supuesto cansancio que produce la pereza. Por lo tanto, tal persona negligente tendrá hambre.

La palabra mandamiento puede indicar alguna regla o imperativo específico o la sabiduría divina o la palabra divina considerada en su totalidad. Parece ser que, con la segunda parte, se subraya la sabiduría divina en su totalidad (sinónimo con sus caminos). Guardar (una repetición poética de la palabra) su nepesh es lo opuesto de morir (prematuramente). “Mirar en menos” los caminos divinos tendrá un resultado desastroso.

El tema de los préstamos no es uno favorecido en Proverbios. Sin embargo, el versículo 17 sorprendentamente subraya que el misericordioso que da al pobre está, en realidad, dando un préstamo a Dios quien, a la vez, lo “devolverá”. Se recuerdan las palabras de Jesús. Por lo tanto, la forma piel del verbo “recompensar” en el versículo 17 subraya la intensidad de la promesa divina.

En el versículo 18 el imperativo (o mandato) es una sorpresa. La palabra yasar  H3256 se define como “corregir”  o “disciplinar”. La forma piel intensifica la acción (“corregir intensamente”). El pronombre tu hace un compromiso con el joven, tal como el pronombre mío para hijo mío. La frase mientras haya esperanza (lit. “cuando existe la esperanza”) apunta a un tiempo oportuno, como el tiempo oportuno para trabajar. La segunda parte, sin embargo, pone un límite. Lit. dice: “Pero y sobre su muerte (quizá un castigo físico que le quita la vida), no sostenga su deseo.” Así, la disciplina ha eliminado la posibilidad de que el joven madure. En el día de hoy, el castigo suena como una muestra de ira y una venganza contra el hijo. Hay un límite a la disciplina paternal: Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina y la instrucción del Señor. Hay que considerar el bienestar del hijo como la prioridad máxima. El libro de Proverbios recalca la gran importancia de la disciplina paternal.

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