En el versículo 24 se encuentra un paralelismo sintético. La segunda parte se aclara a través de entregar el propósito o la razón para la primera frase. La verdad de este proverbio subraya el impacto positivo de prolongar la vida y evitar una muerte prematura y una estadía prematura en el Seol. Por supuesto, el hombre ha de morir a su tiempo: Tal como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio.
El versículo 25 muestra dos posesiones y dos personajes ante Dios. Las dos personas son el soberbio y la viuda. Por un lado, se encuentra el soberbio y su casa que Dios va a derribar, el juicio o castigo divino contra aquellos que son así. Al contrario, con la viuda y las piedras que marcan los límites de su tierra está Dios quien “mantiene” o “sostiene” el lindero. Las viudas son especialmente vulnerables a los malos de la sociedad.
En el versículo 26 se repite la palabra plan o pensamiento. Ahora estos planes pertenecen al malo y son detestables o “impuros” (opuesto a lo sagrado). Al contrario, las expresiones (verbales) agradables son puras (el lado opuesto de la abominación o impureza).
Las ganancias que dejan pérdidas
El versículo 27, a través del paralelismo antitético, muestra que el hombre no se afirma por medio de las ganancias injustas ni por medio de los regalos o el soborno. Se encuentran algunos paralelos en los escritos extrabíblicos (La Sabiduría del Visir Ptahhotep). El soborno nos hace recordar el ejemplo de Judas.
En el versículo 28, el concepto de “hacer un soliloquio” o “pensarlo profundamente” se encuentra como una característica del justo o recto. Al contrario, la boca del malvado fluye con (o derrama) las cosas malas.
Lejos salta del versículo 29, mostrando la ausencia de una relación íntima y el espítitu de abominación que Dios siente hacia el malvado. Se utiliza la misma palabra para interceder que se usó en el versículo 8, una oración escuchada (y por consecuencia, contestada) de parte de Dios. El ciego sanado apoyó la naturaleza justa de Jesús diciendo: Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien es temeroso de Dios y hace su voluntad, a ése oye.
El versículo 30 entrega dos factores positivos para la salud y el bienestar del hombre. Primeramente, “los ojos brillantes” (quizá el concepto de la “presencia que brilla”, en un sentido metafórico) produce una alegría profunda en el hombre. En segundo lugar, la buena noticia “hace gordo” (figurativo para “hacer prosperar”). El tema de los huesos se encuentra en otros pasajes de Proverbios y puede apuntar a la salud física o integral de la persona. Hay ejemplos de la buena noticia en la Biblia (algún nacimiento; el evangelio de Jesucristo). Hay ejemplos de la mala noticia.
El versículo 31 muestra la manera de llegar a estar entre los sabios. La condición dada en el modo indicativo, y no imperativo dice: El oído que atiende… Enseguida viene la palabra común para la “reprensión o corrección” apuntando al contenido del escuchar. Esta “corrección vital” prepara al hombre para ser un sabio, y hacer su vivienda entre ellos. (Este versículo no se encuentra en la Septuaginta, pero sí en todos los manuscritos hebreos.)
El versículo 32 repite la enseñanza del versículo 31 pero en una forma antitética, con un juego de palabras y sonidos, comparando la actitud del que menosprecia contra la actitud del que acepta. El contenido para discutir es musar H4148 toksjat, que es frecuente en Proverbios. El que ignora (como el necio o indiferente) la informaciónformaciónreformación, menosprecia o mira en menos a su propia alma o persona. Mientras, el que acepta la corrección además va adquirir el entendimiento.
El versículo 33 vuelve a hablar sobre el tema de la enseñanza de la palabra para informaciónformaciónreformación. La sabiduría pone a la iglesia en una postura de adquirir la prudencia y entender el arte de vivir. Quizá está apuntando al hecho que la enseñanza de la sabiduría es el temor de Jehová, y se agrega que la humildad es la actitud que encamina la honra.