Pro 1:1 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel.
Aquí se identifica el libro junto a su autor principal. Sin embargo, no da a entender que todos los proverbios pertenecen a Salomón, cuyo papel ha sido no solamente el de autor, sino también el de compilador. Leemos que éste «compuso» tres mil proverbios. En Eclesiastés se llama a sí mismo el «predicador». Como tal, coleccionó y citó sin duda expresiones útiles, lo mismo que un moderno predicador puede citar un poema o una elocuente metáfora. Los proverbios son suyos, no sólo porque compuso la mayor parte, sino porque los coleccionó y los usó.
Mientras el libro de los Salmos es para una vida devocional, el de Proverbios es para la vida diaria. Proverbios da sugerencias prácticas para una vida eficaz. Este libro no solo es una colección de dichos hogareños, contiene consejos espirituales profundos extraídos de la experiencia. Un proverbio es una frase corta y sabia, fácil de aprender y llama a una persona a actuar. No argumenta sobre criterios espirituales ni morales básicos, supone que ya los tenemos. El libro de Proverbios se enfoca en Dios (carácter, obras y bendiciones) y nos dice cómo vivir en relación íntima con El.
Salomón, el tercer rey de Israel, hijo del gran rey David, reinó durante la época de oro de Israel. Cuando Dios le dijo que le concedería cualquier cosa que deseara, pidió un corazón entendido. A Dios le agradó esta petición y no solo le dio sabiduría, sino también grandes riquezas, poder y una era de paz. Salomón construyó el glorioso templo de Jerusalén y escribió la mayor parte del libro de Proverbios.
Pro 1:2 Para entender sabiduría y doctrina, Para conocer razones prudentes,
Pro 1:3 Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad;
Pro 1:4 Para dar sagacidad a los simples, Y a los jóvenes inteligencia y cordura.
Pro 1:5 Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo,
Pro 1:6 Para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos.
Se enumeran los propósitos de los proverbios; todo este pasaje puede servir de título al libro.
proverbio, mashal: Proverbio, parábola, máxima, adagio. Un símil o alegoría. Una lección objetiva o ilustración. Este sustantivo viene del verbo mashal que quiere decir «comparar, ser similar». De acuerdo con el libro de Proverbios, parecería que un proverbio es un dicho corto que contiene un tesoro de verdad. Pero la evidencia del Antiguo Testamento muestra que es algo más que eso. Al largo discurso de Balaam se le llama un mashal. En otras referencias, mashal sugiere una mofa, un apodo o una ilustración. A veces se refiere a una persona o una nación que Dios señala como ejemplo.
«Dichos profundos» son los que dejan interrogantes.
Pro 1:7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
El temor de Jehová : Expresado de diversas maneras, este es el tema que se repite a lo largo de todo el texto como la clave, el medio, el secreto, para alcanzar la verdadera sabiduría. No es el terror que suscita un tirano, sino ese tipo de temor o respeto que nos lleva a obedecer al ser más sabio del universo. Los insensatos : El autor da relieve a su mensaje destacando los contrastes entre realidades o principios opuestos. En tiempos de Salomón esta forma de presentar una verdad seguida de su opuesto era una práctica literaria normal altamente apreciada.
Uno de los tipos de individuos más molestos es el sabelotodo, alguien que tiene una opinión dogmática acerca de todo, cerrado a cualquier novedad, se irrita con la disciplina y se niega a aprender. Salomón llama insensato a esta clase de individuo. No sea un sabelotodo. En cambio, sea receptivo al consejo de otros, sobre todo a los que lo conocen bien y que le pueden dar consejos valiosos. Logre aprender de otros. Recuerde, solo Dios lo sabe todo.