Núm 8:19 Y yo he dado en don los levitas a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión, y reconcilien a los hijos de Israel; para que no haya plaga en los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al santuario.
Para que ejerzan el ministerio : Significa que los levitas hacían expiación por los israelitas, presentándose como los primogénitos dedicados a Jehová. Para que no haya plaga : Una alusión a que los levitas rodeaban el tabernáculo para aislar a los israelitas
Núm 8:20 Y Moisés y Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel hicieron con los levitas conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas; así hicieron con ellos los hijos de Israel.
Núm 8:21 Y los levitas se purificaron, y lavaron sus vestidos; y Aarón los ofreció en ofrenda delante de Jehová, e hizo Aarón expiación por ellos para purificarlos.
Núm 8:22 Así vinieron después los levitas para ejercer su ministerio en el tabernáculo de reunión delante de Aarón y delante de sus hijos; de la manera que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.
Este es el comienzo del servicio levítico. Antes de esto, sólo Moisés, Aarón y los hijos de éste hacían el servicio del tabernáculo; ahora tienen quienes los asistan en la labor de atender el servicio del culto en el antiguo Israel.
Núm 8:23 Luego habló Jehová a Moisés, diciendo:
Núm 8:24 Los levitas de veinticinco años arriba entrarán a ejercer su ministerio en el servicio del tabernáculo de reunión.
Núm 8:25 Pero desde los cincuenta años cesarán de ejercer su ministerio, y nunca más lo ejercerán.
Núm 8:26 Servirán con sus hermanos en el tabernáculo de reunión, para hacer la guardia, pero no servirán en el ministerio. Así harás con los levitas en cuanto a su ministerio.
¿Por qué se suponía que los levitas tenían que retirarse a la edad de cincuenta años? Las razones eran probablemente más prácticas que teológicas.
(1) Transportar el tabernáculo y su mobiliario a lo largo del desierto requería fuerza. Los jóvenes podían realizar mejor el trabajo de levantar estos objetos pesados.
(2) Los levitas mayores de cincuenta años no dejaban de trabajar del todo, se les permitía asistir con varias tareas livianas en el tabernáculo. Esto ayudaba a los más jóvenes a asumir más responsabilidades y permitía que los de mayor edad pudieran instruirlos y aconsejarlos.
Aquí la edad para servir en el tabernáculo comienza a los veinticinco años, en comparación con los 30 de que se habla en 4.3. No se dice por qué fue disminuido el límite mínimo de edad. Como el límite máximo se estableció antes que se iniciara el servicio levítico, puede que haya resultado insuficiente para llenar las necesidades una vez que éste comenzó; de ahí el cambio. O quizás haya existido un período de entrenamiento entre los 25 y los 30 años.
El candelabro. Dios instruye a Moisés que el candelabro, al lado sur del lugar santo del tabernáculo, debe dar su luz hacia adelante. Esto indica que debe iluminar la mesa con el pan de la presencia, que estaba al lado norte del lugar santo. Había doce panes sobre la mesa para representar las doce tribus de Israel. La forma del candelabro, con su tronco, ramas y flores, era como un árbol, símbolo de vida y bendición. El diseño del candelabro es típico de los que estaban en uso entre los siglos XV y XIII a. de J.C., otra indicación de la antigüedad de los datos presentados en el libro. Cuando la luz del candelabro cae sobre los panes en la mesa, simboliza que Jehová da vida y bendición a su pueblo.
¿Por qué se incluye este pasaje aquí?, las tribus presentaron sus ofrendas para la dedicación del altar. Los sacerdotes usaron los utensilios cada día en hacer la ofrenda diaria sobre el altar. También tenían que atender el fuego del altar de incienso y del candelabro cada día. Pero además de esta asociación temporal entre el altar y el candelabro, hay una relación simbólica. En relación con la ofrenda diaria, los sacerdotes bendecían al pueblo. La luz del candelabro sobre los panes da un cuadro simbólico del cumplimiento de la bendición pedida por los sacerdotes al sacrificar los animales diariamente sobre el altar. Las bendiciones prometidas llegan a ser una realidad cuando el pueblo responde a las promesas de Dios con fe, obediencia y entrega.