Números 31: Venganza de Israel contra Madián

Este capítulo completa el relato de Balaam, los moabitas y los madianitas, que comenzó con la entrada de Israel a los campos de Moab. La narración consta de dos partes: un recuento de la batalla y regulaciones concernientes al reparto del botínx. También se refiere a dos cosas: los que sobrevivirán entre los madianitas, y la purificación de los despojos dejados por la guerra. Incluye el mandato y una queja sobre la división del botín entre los guerreros, el pueblo, el sumo sacerdote, y los levitas como representantes del Señor. Narra una ofrenda voluntaria en acción de gracias por la preservación de todos los combatientes del ejército israelita.

Los madianitas eran un pueblo nómada que descendían de Abraham y de su segunda esposa, Cetura. La tierra de Madián quedaba al sur de Canaán, pero grandes grupos de madianitas vagaban a muchas millas de distancia de su tierra natal en busca de pastizales para sus rebaños. Uno de esos grupos estaba cerca de la tierra prometida cuando llegaron los israelitas. Cuando Moisés huyó de Egipto, se refugió en la tierra de Madián. Su esposa y su suegro eran madianitas. Pero a pesar de esta alianza, los israelitas y los madianitas fueron siempre grandes enemigos.

Núm 31:1 Jehová habló a Moisés, diciendo:

Núm 31:2 Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido a tu pueblo.

La venganza . . . contra los madianitas : Los madianitas aparecen sólo como colaboradores en la historia de Balaam. Los moabitas son los participantes principales; no obstante, fue una mujer madianita quien, junto con un hombre israelita, trajeron la plaga.

Núm 31:3 Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Jehová en Madián.

Núm 31:4 Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel, enviaréis a la guerra.

Núm 31:5 Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil en pie de guerra.

Núm 31:6 Y Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió; y Finees hijo del sacerdote Eleazar fue a la guerra con los vasos del santuario, y con las trompetas en su mano para tocar.

La guerra santa fue dirigida por un sacerdote y no por un líder militar, quizás porque era una campaña de venganza por la profanación del tabernáculo.

Núm 31:7 Y pelearon contra Madián, como Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón.

Mataron a todo varón : Debe ser tomado como una hipérbole que enfatiza la magnitud de la victoria, o de otra forma los madianitas habrían salido de la historia, pero este no fue el caso, como lo demuestra su reaparición en el libro de Jueces.

Núm 31:8 Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam hijo de Beor mataron a espada.

El texto no aclara cómo Balaam fue a establecerse entre los madianitas, porque había salido hacia su lugar de origen en Mesopotamia. Es difícil saber por qué debían ellos matarle, ya que Balaam sólo bendijo a Israel. Parece que éste había regresado a territorio madianita y les había aconsejado en el asunto de Baal-peor.

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