Nehemías 8:1 Esdras lee la Ley al pueblo[j]. Entonces se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel.
Esta es la primera mención que se hace de Esdras en este libro. Había llegado a Jerusalén desde Babilonia aproximadamente trece años antes que Nehemías.
Esdras y Nehemías eran contemporáneos, a pesar de que Esdras era probablemente mucho mayor. Nehemías, como gobernador, era el líder político y Esdras, como sacerdote y escriba, era el líder religioso. Un escriba, en esos días, era una combinación de abogado, notario público, erudito y asesor jurídico. Los escribas eran de las personas más educadas, por lo tanto eran maestros. Sin duda los judíos habrían querido establecer otra vez un reino como en los días de David, pero esto hubiera sido señal de rebelión en contra del rey de Persia a quien estaban sometidos. La mejor alternativa era dividir el liderazgo entre Nehemías y Esdras.
Nehemías 8:2 El primer día del mes séptimo,[a] el sacerdote Esdras trajo la Ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender.
Nehemías 8:3 Desde el alba hasta el mediodía, leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la Ley.
Nehemías 8:4 Y el escriba Esdras estaba sobre un estrado de madera que habían levantado para esa ocasión, y junto a él estaban, a su derecha, Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam.
Nehemías 8:5 Abrió, pues, Esdras el libro ante los ojos de todo el pueblo –pues estaba más alto que todo el pueblo–; y cuando lo abrió, el pueblo entero estuvo atento.
El libro de la Ley de Moisés era probablemente el Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia. El pueblo prestó mucha atención a Esdras cuando leyó la Palabra de Dios, y su vida cambió. Como escuchamos las palabras de la Biblia tan a menudo, estas nos pueden parecer monótonas y podemos volvernos inmunes a sus enseñanzas. Sin embargo, debemos escuchar cuidadosamente cada versículo y pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a contestar la pregunta: «¿Cómo se aplica esto a mi vida?»
Nehemías 8:6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo, alzando sus manos, respondió: «¡Amén! ¡Amén!»; y se humillaron, adorando a Jehová rostro en tierra.
Nehemías 8:7 Los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la Ley, mientras el pueblo se mantenía atento en su lugar.
Nehemías 8:8 Y leían claramente en el libro de la ley de Dios, y explicaban su sentido,[b] de modo que entendieran la lectura.
entendiesen, bin: Entender, discernir, percibir, considerar, agarrar; ser perceptivo, tener intuición. Este verbo aparece más de 165 veces y se refiere al proceso de la inteligencia, de percibir, discernir y entender, que poseen todos los seres humanos en mayor o menor medida. Para apreciar la gama de significados contenidos en la palabra bin referimos al lector a 1 de Samuel 3:8; Salmo 92:5-7; Proverbios 24:11-12; Isaias 40:21; Jeremias 30:24; Daniel 10:12. Bin deriva del sustantivo binah que significa «entendimiento».