Nehemías 13:1 Reformas de Nehemías: Aquel día se leyó a oídos del pueblo el libro de Moisés, y fue hallado escrito en él que los amonitas y moabitas no debían entrar jamás en la congregación de Dios,[a]
El sincretismo (una mezcla de varias religiones) había sido la causa de muchos de los problemas de Israel. Ahora se tomaban medidas para que nunca más el remanente incorporara otros dioses al culto de Jehová.
[private]Nehemías 13:2 por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan y agua, sino que dieron dinero a Balaam para que los maldijera; pero nuestro Dios volvió la maldición en bendición.
Nehemías 13:3 Cuando oyeron, pues, la Ley, separaron de Israel a todos los mezclados con extranjeros.
«Todos los mezclados con extranjeros» se refiere a los moabitas y amonitas, dos naciones que eran enemigas acérrimas de Israel. La ley de Dios establecía claramente que a estos dos pueblos se les debía prohibir la entrada al templo. Esto no tenía nada que ver con prejuicio racial, ya que Dios amaba a toda la gente, incluyendo a los extranjeros. Permitía que los extranjeros hicieran sacrificios y deseaba que todas las naciones lo conocieran y amaran. Si bien Dios quiere que todos vayan a El, advierte a los creyentes que se aparten de los que se inclinan ante el mal. Las relaciones de los judíos con los paganos habían sido la causa de su cautiverio. En su celebración y rededicación, tuvieron que demostrar que hablaban en serio en cuanto a obedecer la ley de Dios.
Nehemías 13:4 Antes de esto,[b] el sacerdote Eliasib, encargado de los aposentos de la casa de nuestro Dios, había emparentado con Tobías,[c]
Es difícil imaginar la audacia de Tobías. Tan pronto como Nehemías salió hacia Persia, ¡Tobías se atrevió a penetrar en una habitación del templo! A su regreso, Nehemías expulsó de allí a Tobías junto con todas sus pertenencias.
Nehemías 13:5 y le había hecho una gran habitación, en la cual guardaban antes las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del grano, del vino y del aceite que se había mandado dar a los levitas, a los cantores y a los porteros, y la ofrenda de los sacerdotes.
Nehemías 13:6 Pero cuando ocurrió esto, yo no estaba en Jerusalén,[d] porque en el año treinta y dos de Artajerjes, rey de Babilonia,[e] había ido adonde el rey estaba; pero al cabo de algunos días pedí permiso al rey
Nehemías tuvo que regresar a Babilonia en 433 a.C., doce años después de que llegó a Jerusalén. O bien fue llamado por el rey Artajerjes, o estaba cumpliendo con su acuerdo de regresar. No se sabe cuánto tiempo permaneció en Babilonia, pero cuando regresó a Jerusalén), descubrió que a uno de sus mayores oponentes en la reconstrucción del muro, Tobías, se le había otorgado un cuarto propio en el templo. Tobías era amonita y por lo tanto tenía la entrada prohibida en el templo. Eliasib, el sacerdote, se había casado con la hija del amonita, y era obvio que este utilizó la influencia que ejercía sobre su yerno para obtener aquel cuarto especial. Los capítulos 2, 4 y 6 nos hablan de la oposición de Tobías a Nehemías y la acción adecuada que este último tomó.
Nehemías 13:7 para volver a Jerusalén;[f] y entonces supe del mal que había hecho Eliasib por consideración a Tobías, haciendo para él una habitación en los atrios de la casa de Dios.
Nehemías 13:8 Esto me dolió mucho,[g] y arrojé todos los muebles de la casa de Tobías fuera de la habitación.
Nehemías 13:9 Luego mandé que limpiaran las habitaciones e hice volver allí los utensilios de la casa de Dios, las ofrendas y el incienso.