Inmediatamente ella se dirigió corriendo al rey, y le hizo su petición:
-Quiero que aquí y ahora me des la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja.
El rey se afligió mucho; pero, como se lo había jurado, y además delante de todos sus huéspedes, no quería faltar a su palabra. Así es que el rey mandó inmediatamente a un verdugo a que le trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, y le cortó la cabeza a Juan en la cárcel, y la trajo en una fuente, y se la dio a la joven, y la joven se la dio a su madre.
Cuando los discípulos de Juan se enteraron, vinieron a llevarse su cuerpo, y lo enterraron.
Esta historia tiene toda la sencillez de las grandes tragedias. Primero, veamos la escena. Fue en el castillo de Maqueronte, que se elevaba en un acantilado solitario, entre torrentes terribles, mirando al lado oriental del Mar Muerto. Era una de las fortalezas más solitarias, hoscas e inexpugnables. Hasta este día se conservan las mazmorras, y los viajeros pueden ver todavía los grillos y los ganchos de hierro en las paredes donde Juan estuvo encarcelado. Fue en aquella fortaleza inhóspita y desolada donde tuvo lugar el último acto de la vida de Juan.
Segundo, veamos los caracteres. Los líos matrimoniales de la familia de Herodes son realmente increíbles, y sus entrecruces son tan complicados que casi no se pueden desenredar. Cuando nació Jesús, el rey era Herodes el Grande. Fue el que mandó matar a los niños de Belén (Mat_2:16-18 ). Herodes el Grande se casó muchas veces. Hacia el final de su vida se volvió locamente suspicaz, y asesinó a miembro tras miembro de su propia familia hasta que llegó a decirse: « Está más a salvo un cerdo en casa de Herodes que un hijo de Herodes.»
Primero se casó con Doris, de la que le nació su hijo Antípatro, al que más tarde asesinó. También se casó con› Mariamne la Asmonea, de la que tuvo dos hijos, Alejandro y Aristóbulo, a los que también asesinó. Herodías, la villana de este drama, era la hija de Aristóbulo. Herodes el Grande se casó también con otra Mariamne llamada la Betusiana. De ella tuvo un hijo, Herodes Felipe, que se casó con Herodías, la hija de su hermanastro Aristóbulo, que era, por tanto, su sobrina. De Herodías, Herodes Felipe tuvo una hija llamada Salomé, que es la joven que bailó ante Herodes de Galilea en nuestro pasaje. Herodes el Grande se casó también con Maltake, de la que tuvo dos hijos: Arquelao, y Herodes Antipas, que es el de nuestro pasaje, el gobernador de Galilea. El Herodes Felipe que fue el primer marido de Herodías y el padre de Salomé, no heredó ninguno de los dominios de Herodes el Grande. Vivió como un ciudadano privado rico en Roma. Herodes Antipas le visitó allí. Allí sedujo a Herodías, y la persuadió para que abandonara a su marido y se casara con él.
Fijémonos en quién era Herodías: (a) Era la hija de Aristóbulo, hermanastro de Herodes, y por tanto sobrina de este; y (b) había sido la mujer de Herodes Felipe, hermanastro de Herodes, y por tanto cuñada de este. Anteriormente, Herodes Antipas había estado casado con la hija del rey de los nabateos, un país árabe. Ella se volvió huyendo con su padre, que invadió el territorio de Herodes para vengar el honor de su hija, y derrotó duramente a Herodes. Para completar este cuadro sorprendente, Herodes el Grande se había casado por último con Cleopatra de Jerusalén, de la que había tenido un hijo que se llamó el tetrarca Felipe. Este Felipe se casó con Salomé, que era al mismo tiempo (a) la hija de Herodes Felipe, su hermanastro, y (b) la hija de Herodías, que era hija de Aristóbulo, otro de sus hermanastros. Salomé era por tanto al mismo tiempo la sobrina y la sobrina nieta de su marido. Si colocamos toda esta información en una tabla nos será más fácil de comprender. Véase la página siguiente.
Al casarse con Herodías, la mujer de su hermano, Herodes había quebrantado la ley judía (Lev_18:16 ; Lev_20:21 ) y había ofendido las leyes de la decencia y de la moralidad.
Por este matrimonio adulterino y por la deliberada seducción de su cuñada, Juan reprendió a Herodes públicamente. Requería valor el reprender públicamente a un déspota oriental que tenía poder de vida y muerte sobre sus súbditos, y el valor de Juan al hacerlo se conmemora en la colecta del día de san Juan Bautista en algunas liturgias:
Dios todopoderoso, por Cuya providencia Tu siervo Juan el Bautista nació milagrosamente y le enviaste para preparar el camino de Tu Hijo nuestro Salvador mediante la predicación del arrepentimiento: Concédenos que sigamos sus doctrina y vida santa de tal manera que nos arrepintamos de veras conforme a su predicación; y, siguiendo su ejemplo, hablemos siempre la verdad, reprendamos valerosamente el vicio, y suframos pacientemente por causa de la verdad.
A pesar de que Juan le había reprendido, Herodes todavía le temía y respetaba, porque Juan era indudablemente un hombre sincero y bueno; pero la actitud de Herodías eran diferente. Era implacablemente hostil a Juan, y estaba decidida a eliminarle. Se le presentó la oportunidad en la fiesta del cumpleaños de Herodes, que este celebraba con sus cortesanos y jefes del ejército. En aquella fiesta salió a bailar su hija Salomé. Los bailes de una sola bailarina en aquellos días y sociedad eran pantomimas vulgares y licenciosas. El que una princesa de sangre real se expusiera y degradara de esa manera es increíble, porque tales bailes estaban a cargo de prostitutas profesionales. El mismo hecho de que lo hiciera es un comentario sombrío sobre el carácter de Salomé, y de su propia madre, que la animó a hacerlo. Pero Herodes se mostró muy complacido, y le ofreció la recompensa que pidiera; así es que Herodías aprovechó la oportunidad que esperaba desde hacía tiempo; y Juan fue ejecutado para satisfacer el rencor de una mala mujer.