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Marcos 4: Enseñando por parábolas

(ii) Al hacerlo así, Jesús mostraba que creía que hay un parentesco real entre la Tierra y el Cielo. Jesús no habría estado de acuerdo en que «La tierra es un valle de lágrimas.» Jesús creía que en las cosas normales y corrientes de cada día se podía ver a Dios. Como decía William Temple: «Jesús enseñó a la gente a ver la obra de Dios en lo regular y en lo normal -en la salida del sol y en la caída de la lluvia y en el crecimiento de la planta.» Hace mucho ya Pablo tuvo la misma idea cuando dijo que el mundo visible está diseñado para darnos a conocer las cosas invisibles de Dios (Rom_1:20 ). Para Jesús este mundo no era un lugar malo y perdido, sino la vestidura del Dios viviente. Sir Christopher Wren fue enterrado en la catedral de San Pablo, la gran iglesia que su propio genio había planificado y construido. En su tumba hay una sencilla inscripción en latín que quiere decir: «Si quieres ver su monumento, mira a tu alrededor.» Jesús habría dicho: «Si quieres ver a Dios, mira a tu alrededor.» Jesús encuentra en las cosas normales de la vida una mina inagotable de señales que conducen a las personas a Dios si quieren leerlas como es debido.

(iii) La verdadera esencia de las parábolas consiste en que eran espontáneas, improvisadas y no ensayadas. Jesús mira a Su alrededor buscando un punto de contacto con la multitud. Ve al sembrador, y al instante lo toma como su texto de predicación. Las parábolas no eran historias elaboradas en la tranquilidad de un estudio; no eran cuidadosamente pensadas y pulimentadas y ensayadas. Su suprema grandeza consiste en que Jesús compuso estas breves historias inmortales en un instante, ante la demanda de la ocasión y en el fragor del debate.

C. J. Cadoux dijo de las parábolas: «Una parábola es arte enjaezado para el servicio y el conflicto. Aquí tenemos la razón de que las parábolas sean tan poco frecuentes. Requiere un grado considerable de arte, pero de arte ejercitado en condiciones difíciles. En tres parábolas típicas de la Biblia, el que las dijo se estaba jugando la vida. Jotam (Jue_9:8-15 ) refirió su parábola de Los Árboles a los hombres de Siquem, e inmediatamente después salió huyendo. Natán (2Sa_12:1-7 ) con la parábola de La Corderita le declaró a un déspota oriental su pecado. Jesús, en la parábola de Los Viñadores Malvados usó Su propia sentencia de muerte como un argumento a Su favor …. En su utilización más característica, la parábola es un arma de controversia, no pulida como un soneto en la ininterrumpida concentración del despacho, sino improvisada en el conflicto para salir al paso de una situación imprevista. En su uso más elevado, muestra la sensibilidad del poeta; la iniciativa, rapidez e imaginación del protagonista, y el valor que permite a tal mente obrar, sin .trabas en la refriega y el peligro de los conflictos mortales.»

Cuando tenemos presente que las parábolas de Jesús son repentinas o, improvisadas, su encanto se multiplica por cien.

(iv) Esto nos trae a un punto que debemos recordar siempre en nuestros intentos de interpretar las parábolas. No eran, en primera instancia, para ser leídas, sino para ser escuchadas. Es decir: en primera instancia nadie se podía sentar a estudiarlas frase por frase y palabra por palabra. Se dijeron, no para ser estudiadas extensa y tranquilamente, sino para producir un impacto y una reacción inmediatos. Es decir: las parábolas no se deben tratar nunca como alegorías. En una alegoría, cada escena y personaje y detalle de la historia encierra un significado. El Peregrino de Juan Bunyan es una alegoría; en él, todos los acontecimientos y las personas tienen un sentido simbólico. Una alegoría es para ser leída y estudiada y examinada; pero una parábola es algo que se oye una vez y sólo una vez. Por tanto, lo que debemos buscar en una parábola no es una situación en la que todos los detalles representan algo, sino una situación en la que se presenta una gran idea que reluce como un relámpago. Siempre es erróneo intentar hacer que todos los detalles de una parábola quieran decir algo. Siempre es correcto decir: «¿Qué idea única resaltaría en la mente de una persona que oyera esta historia por primera vez?»

EL MISTERIO DEL REINO

Cuando Jesús estaba solo, el círculo más íntimo de Su gente, con los Doce, Le preguntó acerca de las parábolas. Jesús les dijo:

A vosotros se os concede el conocimiento del Reino de Dios que solamente pueden conocer los iniciados. Para los que están fuera, todo se expone por medio de parábolas, para que puedan, sí, ver, y sin embargo no perciban el sentido de las cosas; y puedan, sí, oír, sin comprender, no sea que en cualquier momento se arrepientan y sean perdonados.

Este pasaje siempre ha sido uno de los más difíciles de los evangelios. La versión Reina-Valera habla del misterio del Reino de Dios. Esta palabra misterio tiene un sentido técnico en griego; no quiere decir algo que es muy complicado y misterioso en el sentido normal de la palabra; quiere decir algo que es ininteligible para la persona que no ha sido iniciada en su significado, pero que está perfectamente claro para la persona que ha sido debidamente iniciada.

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