El comentario de Jesús en el versículo 25 no intenta ser la palabra final sobre el matrimonio en el cielo. En cambio, con esta respuesta Jesús se niega a contestar la adivinanza de los saduceos y a caer en su trampa. Echando a un lado la pregunta acerca de la mujer que se casó muchas veces, El dio una respuesta definitiva a la pregunta sobre la resurrección.
12.26 La verdadera pregunta de los saduceos no era acerca del matrimonio, sino sobre la doctrina de la resurrección. Como los saduceos creían únicamente en el Pentateuco, Jesús citó Exo_3:6 para probar que hay vida después de la muerte. En sus debates sobre este asunto con los saduceos, los fariseos pasaron por alto este versículo. Años después de la muerte de los patriarcas, Dios se refirió a Abraham, a Isaac y a Jacob como si aún estuvieran vivos. El pacto de Dios con cada persona tiene validez más allá de la muerte.
12.28 En los tiempos de Jesús, los judíos ya habían acumulado cientos de leyes: nada menos que seiscientas trece. Algunos líderes religiosos intentaban distinguir entre las más importantes y las menos importantes. Algunos enseñaban que todas eran igualmente obligatorias y que era muy peligroso hacer cualquiera distinción. Esta pregunta pudo haber causado cierta controversia entre estos grupos, pero la respuesta de Jesús resumió todas las leyes de Dios.
12.29-31 Las leyes de Dios no son onerosas ni en número ni en detalle. Todas pueden reducirse a dos reglas simples para la vida: aMarcos a Dios y aMarcos al prójimo. Estos mandamientos vienen del Antiguo Testamento (Deu_6:5; Lev_19:18). Cuando amamos a Dios por entero y nos interesamos en nuestro prójimo como nos interesamos en nosotros mismos, cumplimos el propósito de los Diez Mandamientos y de las demás leyes del Antiguo Testamento. De acuerdo con Jesús, estas dos reglas resumen toda la Ley de Dios. Dejemos que regulen nuestros pensamientos, nuestras decisiones y nuestras acciones. Cuando no estemos seguros sobre qué hacer, preguntémonos cuál curso de acción demuestra mejor el amor a Dios y el amor al prójimo.
12.32-34 Este hombre captó el propósito de la Ley de Dios como a menudo se enfatiza en el Antiguo Testamento: el amor sincero es mejor que el cumplimiento externo y que la verdadera obediencia proviene del amor. Debido a que todo el Antiguo Testamento nos guía a Cristo, el próximo paso fue la fe en Jesús mismo y ese era el más difícil.
12.35-37 Jesús citó el Salmo 110.1 para mostrar que David consideraba que el Mesías sería el Señor, no solo su hijo. Los líderes religiosos no entendían que el Mesías sería mucho más que un ser humano descendiente de David; sería Dios mismo en forma de hombre.
12.38-40 Jesús de nuevo puso al descubierto los motivos impuros de los líderes religiosos. Estos no recibían paga y dependían solamente de la hospitalidad de los judíos devotos. Algunos se valían de esta situación para explotar al pueblo, engañaban a los pobres en todo lo que podían y se aprovechaban de los ricos. Fingían espiritualidad para ganar prestigio, reconocimiento y respeto.
12.38-40 Jesús advirtió contra los maestros religiosos a quienes les encantaba parecer santos y recibir honores cuando en realidad eran falsos. Los verdaderos seguidores de Cristo no se distinguen por sus actos aparatosos. Leer la Biblia, orar en público o cumplir con los rituales de la iglesia puede ser una simulación si la intención es ser visto y honrado por ello. Procure que sus acciones concuerden con sus creencias. Viva para Cristo, aun cuando nadie lo vea.
12.40 El castigo a los líderes religiosos sería grande porque, como maestros y guías, cargaban sobre sus hombros la gran responsabilidad de forMarcos la fe de sus discípulos. Pero abrumaban a la gente con leyes insignificantes mientras olvidaban al Dios que debían adorar, y con su voracidad y motivos impuros llevaban a mucha gente por el mal camino.
12.41 En el templo había varias arcas donde la gente podía echar el dinero. Algunas eran para recoger el impuesto del templo que debían pagar los hombres judíos; las otras eran para ofrendas voluntarias. Quizás estas arcas estaban en el atrio de las mujeres.
12.41-44 A los ojos del Señor, esta pobre viuda dio más que todos los demás juntos, a pesar de que su ofrenda fue por mucho la más pequeña. El valor de una ofrenda no lo determina la cantidad, sino el espíritu con que se da. Una ofrenda que se da a regañadientes o por buscar reconocimiento pierde todo su valor. Cuando usted dé, recuerde: las ofrendas de cualquier cantidad agradan a Dios cuando se dan con gratitud y espíritu de generosidad.
QUE DIJO JESUS ACERCA DEL AMOR
En Mar_12:28 un escriba le preguntó a Jesús cuál de los mandamientos era el más importante. Jesús mencionó dos mandamientos, uno tomado de Deu_6:5 y el otro de Lev_19:18. Ambos se relacionan con el amor. ¿Por qué el amor es tan importante? Jesús dijo que todos los mandamientos tienen dos objetivos simples: ayudarnos a aMarcos a Dios y a nuestros semejantes.
¿Qué más dijo Jesús acerca del amor?