Marcos 12: Rechazo y retribución

Marcos 12:1-44

12.1 Las parábolas son historias e ilustraciones que usan algo conocido para ayudarnos a entender algo nuevo. Este método de enseñanza induce al oyente a descubrir la verdad por sí mismo. El mensaje llega solo a quienes están dispuestos a escuchar y aprender.

12.1 Israel, representado por el viñedo, fue el lugar donde Dios cultivó la salvación y la trajo al mundo. Los líderes religiosos no solo frustraron el propósito nacional, sino que también mataban a los que trataban de cumplirlo. Tenían tanto celo, que descuidaron el bienestar de ese pueblo que se suponía tenían que guiar a Dios.

12.1ss En esta parábola, el dueño de la tierra es Dios; la viña es la nación de Israel; los agricultores son los líderes religiosos judíos; los propietarios de la tierra son los profetas y sacerdotes que se mantenían fieles a Dios; el hijo es Jesús; los demás son los gentiles. Al contar esta historia, Jesús mostró a los líderes religiosos que sabía exactamente lo que pensaban y puso al descubierto su plan para darle muerte. Les advirtió que su pecado no quedaría impune.

12.10 Jesús se refirió a sí mismo como la piedra que desecharon los edificadores. Aunque la mayoría de los líderes judíos lo rechazaron, llegó a ser la piedra angular de un nuevo «edificio», la Iglesia (Act_4:11-12). La piedra angular aseguraba que las demás piedras del edificio estuvieran derechas y a nivel. Asimismo, la vida de Jesús y su enseñanza son la base o fundamento de la Iglesia.

12.13 Los fariseos eran ante todo un grupo religioso, en tanto que los herodianos eran un grupo político judío que aprobaba los compromisos de Herodes con Roma. Por lo general, los dos grupos no tenían nada que hacer uno con otro.

Los fariseos no querían a Jesús porque denunció su hipocresía. Los herodianos también veían a Jesús como una amenaza. El sostén de la dinastía de Herodes el Grande, perdió el control político cuando, como resultado de una hipotética rebelión, Roma depuso al hijo de Herodes reemplazándolo con un gobernador romano. Los herodianos temían que Jesús causara más inestabilidad en Judea y que Roma reaccionara no volviendo a permitir que los líderes romanos disminuyeran y los reemplazaran un descendiente de Herodes.

12.14 Cualquiera que evadiera el pago de impuestos se enfrentaba a castigos. Los judíos detestaban pagar impuestos a Roma porque el dinero sostenía a sus opresores y simbolizaba su despotismo. Mucho del dinero de estos impuestos se destinaba también a mantener templos paganos y la vida lujosa de las clases altas de Roma. Los fariseos y los herodianos esperaban atrapar a Jesús con el asunto de los impuestos. Con un sí o con un no, se vería en problemas. Un sí significaría respaldar a Roma, lo que haría que la gente se volviera en su contra. Un no traería acusaciones de traición y rebeldía contra Roma, con sus correspondientes penas civiles.

12.15 Por lo general, un denario era la paga por un día de trabajo.

12.17 Los fariseos y los herodianos creían tener la pregunta perfecta para atrapar a Jesús. Pero la sabia respuesta de Jesús una vez más dejó al descubierto sus malas intenciones. Jesús dijo que la moneda con la imagen del emperador tenía que darse al emperador. Pero la que tenía la imagen de Dios, nuestras vidas, pertenecía a Dios.

¿Da a Dios todo lo que es legítimamente de El? Asegúrese de entregar su vida a Dios: usted lleva su imagen.

12.18-23 Después que los fariseos y los herodianos fallaron en atrapar a Jesús con el asunto de los impuestos, los saduceos volvieron a la carga con otra cuestión que al parecer no podía fallarles. Se trataba de una pregunta que usaron con mucho éxito contra los fariseos, los que no pudieron dar una respuesta. Los saduceos no creían en la vida después de la muerte porque el Pentateuco (Génesis a Deuteronomio) no lo enseña directamente y los escritos de Moisés eran la únicas Escrituras que obedecían. Pero Jesús les dijo que los libros de Moisés sí respaldaban la idea de la vida eterna (12.26).

12.19 De acuerdo a la Ley del Antiguo Testamento, cuando el marido de una mujer moría sin dejar descendencia, el hermano del muerto tenía que casarse con la mujer a fin de asegurar hijos que cuidaran de la viuda y permitieran que la línea familiar no se interrumpiera. El primer hijo de este matrimonio se consideraba hijo del hombre muerto (Deu_25:5-6).

12.24 El cielo va más allá de nuestra capacidad de entender o imaginar (Isa_64:4; 1Co_2:9). Debemos cuidarnos en no formular preguntas acerca del cielo, preguntas que no podamos contestar desde nuestra perspectiva humana. No debemos temer a la vida eterna por lo que no sabemos acerca de él. En lugar de preocuparnos por saber cómo será el Reino venidero de Dios, deberíamos concentrarnos en nuestra relación con Jesús ahora, porque en el nuevo reino estaremos con El, no se atemorice por lo que El nos tiene preparado.

12.25-27 La declaración de Jesús no significa que una persona no va a reconocer a su compañero o compañera en el reino venidero. Significa que el nuevo orden de Dios no será una extensión de la presente vida, ni se aplicarán las reglas naturales y físicas.

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