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Marcos 10: En la enfermedad y en la salud

El verdadero escollo de la cuestión era la interpretación de la ley de Deu_24:1 . Allí se establece que un hombre puede divorciar a su mujer si encuentra en ella alguna cosa indecente. ¿Cómo se debía interpretar esa frase? Sobre este asunto había dos escuelas de pensamiento.

Estaba la escuela de Shammay, que interpretaba el asunto con el máximo rigor: «alguna cosa indecente» se refería al adulterio sola y exclusivamente. Aunque la mujer fuera tan mala como Jezabel, a menos que fuera culpable de adulterio no se la podía divorciar.

La otra escuela era la de Hillel, que interpretaba la frase conflictiva tan ampliamente como se pudiera imaginar. Decían

los de esta escuela que podía querer decir si la mujer le estropeaba la comida, si hablaba en la calle, si hablaba con un extraño, si hablaba irrespetuosamente de los parientes de su marido en su presencia, si era pendenciera (lo que se definía como que se la oyera en la casa de al lado). Rabí Aqiba llegaba aún más lejos al decir que quería decir que un hombre podía divorciar a su mujer si encontraba otra que le pareciera más bonita que ella.

Teniendo en cuenta cómo es la naturaleza humana, está claro que fue la interpretación más laxa la que prevaleció. En consecuencia, que se llegara al divorcio por las razones más triviales o sin razón alguna era trágicamente comente. A tal punto habían llegado las cosas en tiempos de Jesús que las mujeres se resistían a casarse en vista de lo inseguro que era el matrimonio. Cuando Jesús dijo esto, Se estaba pronunciando sobre un asunto que era un tema candente, y estaba rompiendo una lanza a favor de las mujeres y tratando de restaurar el matrimonio a la posición que debería tener.

Se han de notar ciertas cosas. Jesús citó la Ley mosaica, pero dijo que Moisés había concedido aquello solamente « para salir al paso de la dureza de vuestros corazones.» Eso podía querer decir una de dos cosas. Podía querer decir que Moisés lo estableció porque era lo mejor que se podía esperar de aquellos para los que estaba legislando. O puede que quiera decir que Moisés lo estableció con la intención de tratar de controlar una situación que, aun entonces, se estaba degenerando; que de hecho no se trataba de una concesión al divorcio, sino un intento de controlarlo, de reducirlo a alguna especie de ley y hacerlo un poco más difícil.

En cualquier caso, Jesús dejó bien claro que Él consideraba que Deu_24:1 se había establecido para una situación determinada, y que no se aplicaba con un carácter permanentemente vinculante. Las autoridades que Jesús citó se remontaban a mucho más atrás que Moisés. Como Su autoridad Se remontó a la historia de la Creación, y citó Gen_1:27 y 2:24. Su punto de vista era que, según la misma naturaleza, el matrimonio era una unión permanente de carácter indisoluble de dos personas, de tal manera que el vínculo no se podía romper nunca por leyes o disposiciones humanas. Estaba convencido de que, en la misma constitución del universo, el matrimonio estaba destinado a ser una unión absoluta y permanente, y ninguna disposición mosaica que tratara de una situación temporal podría alterarlo.

La dificultad está en el relato paralelo de Mateo, en el que hay una diferencia. En Marcos, la prohibición de Jesús del divorcio y del casarse de nuevo es absoluta, mientras que en Mat_19:3-9 , Jesús aparece prohibiendo absolutamente el matrimonio posterior, pero permitiendo el divorcio sobre la única base del adulterio. Casi podemos asegurar de que la versión de Mateo es correcta, y así se implica en Marcos. Era la ley judía que el adulterio disolvía obligatoriamente cualquier matrimonio. Y lo cierto es que la infidelidad disuelve de hecho el vínculo del matrimonio. Una vez que se ha cometido el adulterio, la unidad se ha roto en cualquier caso, y el divorcio no hace más que confirmar el hecho.

La verdadera esencia del pasaje es que Jesús insistió en que la inmoralidad sexual de su tiempo tenía que corregirse. Había que recordar a los que buscaban el matrimonio solamente por el placer que el matrimonio también es responsabilidad. A los que consideraban el matrimonio simplemente como un medio de gratificar sus pasiones físicas había que recordarles que era también una unidad espiritual. Jesús estaba levantando una defensa en torno al hogar.

DE LOS TALES ES EL REINO DEL CIELO

Marcos 10:13-16

Le trajeron chiquillos a Jesús para que los tocara. Pero los discípulos les echaron la bronca. Cuando vio Jesús lo que estaban haciendo, Se molestó mucho y les dijo:

-¡Dejad que vengan a Mí los chiquillos y no tratéis de impedírselo!, porque de los tales es el Reino de Dios. Os digo la pura verdad: el que no reciba el Reino de Dios como un chiquillo, no entrará en él.

Y los tomaba en brazos, y los bendecía poniendo Sus manos sobre ellos.

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