Malaquías 4:6 El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.
Malaquías nos da principios prácticos acerca del compromiso con Dios. Dios merece lo mejor. Debemos estar dispuestos a dejar cualquier estilo de vida pecaminoso. Debemos hacer de la familia una prioridad durante toda la vida. Debemos estar listos para el proceso de refinamiento de Dios en nuestra vida. Debemos dar el diez por ciento de nuestro ingreso. No hay lugar para la soberbia.
Malaquías cierra sus mensajes señalando el gran día del juicio final. Para todos los que están dedicados a Dios, será un día de gozo debido a que morarán en la eterna presencia de Dios. Los que han despreciado a Dios «serán estopa»x. Para ayudar al pueblo a estar preparado para ese día, Dios enviaría a un profeta semejante a Elías (Juan el Bautista) a prepararle el camino a Jesús, el Mesías. El Nuevo Testamento comienza cuando este profeta hace un llamado para que el pueblo se vuelva de sus pecados y regrese a Dios. Tal compromiso con Dios demanda un sacrificio por nuestra parte, pero podemos estar seguros de que al final, valdrá la pena todo lo que hagamos.
Con el tema de el día se muestra la clara diferencia entre los justos y los malvados. Para los primeros ese día será de perdón y de salvación plena; para los segundos, ese será un día de castigo y destrucción.
Con el tema del “día de Jehová” el profeta Malaquías se une a la tradición de sus antecesores y, parafraseando, lo define así: “El reconocimiento de la presencia de Jehová en su constante actividad de juicio y salvación”. Y más específicamente: “El gran día en que Jehová salvará de una vez por todas a su pueblo”x.
El NT recoge esta tradición y la presenta en los pasajes apocalípticos de los Evangelios y especialmente en la gran proclamación del libro de Apocalipsis (ver especialmente los dos últimos capítulos).
Dios enviará al profeta Elías
El libro termina con una exhortación y con una promesa. De la obediencia a la instrucción depende el resultado de la promesa.
Una exhortación
Al final del libro se unen las tres instituciones clave del AT: sacerdote, profeta y mesías. En la unidad de los tres se da la clave de la restitución y salvación del pueblo.
Malaquías termina donde empieza el AT: con la Ley de Moisés. Así se da un salto hacia el principio para crear una unidad teológica. Todo el AT (Biblia hebrea) está alimentado por la instrucción del Señor (la Torah), porque en ella está la vida (Sal. 1).
Una promesa
Pero Malaquías también termina donde el mensaje del Evangelio del NT empieza: la llegada de “Elías” que convocará y preparará al pueblo para recibir al Mesías de Diosx.
El mensaje de Malaquías es a la vez fin y principio; es la voz de Dios para el “tiempo intermedio”. Es la instrucción para una comunidad de transición. ¡Qué actual resulta para nuestras comunidades latinoamericanas, llamadas hoy a sacudirse de las tentaciones de una sociedad y una cultura que valorizan lo material y atienden al consumismo! ¡Qué actual se muestra para los cristianos latinoamericanos, que son convocados a vivir en el triunfo del Resucitado para luchar por la vida contra la muerte, por la justicia contra la opresión y por la paz contra la guerra!