8.15-17 Las madres acostumbraban llevar sus hijos al rabino para que les bendijeran y por eso estas madres se reunieron alrededor de Jesús. Los discípulos, sin embargo, pensaron que los niños no eran importantes para ocupar el tiempo del Maestro, eran lo menos importantes de todo lo que El hacía en esos momentos. Pero Jesús los recibió porque los niños tienen la clase de fe y confianza necesarias para entrar en el Reino de Dios. Es importante presentar nuestros niños a Jesús y que nosotros mismos nos acerquemos a El con las actitudes de aceptación y confianza de un niño.
18.18ss Este hombre principal buscaba aliento, alguna forma de saber que tenía vida eterna. Quería que Jesús midiera y evaluara sus cualidades o que le diera alguna tarea a fin de asegurar su inmortalidad. De ahí que Jesús le diera una tarea, la única cosa que este hombre sintió que no podría cumplir. «¿Quién, pues, podrá ser salvo?», se preguntaron los presentes. «Nadie puede por sus medios», respondió Jesús. «Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios». La salvación no se puede ganar, es un don de Dios (véase Eph_2:8-10).
18.18, 19 En esencia, la pregunta de Jesús al hombre principal, el que lo llamó «Maestro bueno», fue: «¿Sabes quién soy?» Sin dudas este hombre, que con razón le llamaba bueno, no captó las implicaciones de la declaración de Jesús porque El es Dios mismo.
18.22, 23 La riqueza de este hombre trajo cierta clase de paz a su vida y le dio poder y prestigio. Cuando Jesús le dijo que vendiera todo lo que poseía, tocaba su seguridad e identidad. El hombre no entendió que estaría mucho más seguro si seguía a Jesús, más que la estabilidad que le daba sus riquezas. Jesús no pide a todos los creyentes que vendan las cosas que tienen, más bien esta puede ser su voluntad para algunos. Sin embargo, nos pide todo para que no nos atrape algo que quizás consideremos más importante que Dios. Si la base de su seguridad ha cambiado de Dios a lo que usted posee, sería mejor deshacerse de esas posesiones.
18.24-27 Debido a que el dinero representa poder, autoridad y éxito, a menudo es difícil para la gente adinerada concientizarse de su necesidad y de su incapacidad para salvarse. Los ricos en talento o inteligencia sufren la misma dificultad. A menos que Dios penetre en sus vidas, estas por sí solas no irán a El. Jesús sorprendió a algunos de sus oyentes al ofrecer salvación al pobre. Hoy en día quizás sorprenda a algunos ofrecérsela a los ricos. Es difícil para una persona autosuficiente aceptar su necesidad e ir a Jesús, pero «lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios».
18.26-30 Pedro y los otros discípulos tuvieron que pagar un alto precio al dejar sus hogares y trabajos para seguir al Señor. No obstante, Jesús le recordó a Pedro que seguirle tiene sus beneficios y también sacrificios. Cualquier creyente que haya tenido que dejar algo para seguir a Cristo tendrá recompensa en esta vida y en la venidera. Por ejemplo, si usted debe dejar un trabajo seguro, descubrirá que Dios le ofrece una relación más segura con El ahora y siempre. Si sufre el rechazo de su familia, ganará el amor de la familia de Dios. Los discípulos comenzaron a pagar el precio de seguir a Cristo y El les dijo que serían recompensados. No se fije en lo que ya dejó; piense en lo que ganó y dé gracias por ello. Nunca daremos más que Dios.
18.31-34 Algunas profecías de lo que le sucedería a Jesús se hallan en el Psa_41:9 (traición); Psa_22:16-18 e Isa_53:4-7 (crucifixión); Psa_16:10 (resurrección). Los discípulos no entendieron lo que Jesús dijo. Tal parece que concentraron su atención en la parte de su muerte e hicieron caso omiso de lo que mencionó en cuanto a su resurrección. A pesar de que Jesús les habló con claridad, no lograron captar el significado de sus palabras hasta que lo vieron resucitado, cara a cara.
18.35 A menudo, los mendigos esperaban junto a los caminos cerca de las ciudades, porque eran los lugares más apropiados para entrar en contacto con la gente. Por lo general, los impedidos en alguna manera no estaban en condiciones de trabajar para vivir. No existía tratamiento médico para estos problemas y la gente tendía a pasar por alto su obligación de ayudar al necesitado (Lev_25:35-38). Esos mendigos tenían muy poca esperanza de salir de esta degradante forma de vivir. Sin embargo, este ciego en particular puso su esperanza en el Mesías. Sin vergüenza clamó procurando ganar la atención de Jesús y este le dijo que su fe le permitió ver. No importa cuán desesperante sea su situación, si clama a Jesús con fe, El lo ayudará.
18.38 El ciego llamó a Jesús «Hijo de David», un título para el Mesías (Isa_11:1-3). Esto significa que entendió que Jesús era el Mesías tan esperado, mientras que los líderes religiosos que vieron sus milagros permanecieron ciegos a su identidad y se negaron a reconocerlo como tal.
NARRACIONES QUE APARECEN SOLO EN LUCAS
1.5-80 : Sucesos especiales preceden los nacimientos de Juan el Bautista y Jesús
2.1-52 : Hechos de la niñez de Jesús
3.19, 20 : Herodes encarcela a Juan