Lucas 11: Enséñanos a orar, Pedid y recibiréis

Pero hay disidencias de otra especie que sí son de lamentarse, son, por ejemplo, las que tienen lugar entre hombres que convienen en los puntos cardinales; disidencias en materias que no son necesarias para la salvación; disidencias acerca de ritos y ceremonias y disciplina eclesiástica, cosas sobre las cuales la Escritura, dice poco o nada. Disidencias de esta clase han de ser evitadas por todos los verdaderos cristianos. Su existencia es la prueba del triste del estado caído del hombre, y de la corrupción de su entendimiento y voluntad. Ellas son causa de escándalos y de malestar en la iglesia.

«Todo reino dividido contra sí mismo es asolado..

¿Qué correctivos pueden usarse para contenerlas? La humildad, la condescendencia y un conocimiento extenso de la Sagrada Escritura. Debemos aprender a distinguir en religión las cosas esenciales de las que no lo son: las necesarias para la salvación de las que son innecesarias; las muy importantes de las que lo son menos. Respecto a las primeras debemos ser firmes como un roble: « Más si nosotros o un ángel del cielo os anunciase otro Evangelio del que habéis recibido, sea maldito.» Gal_1:8. Respecto de las otras, debemos ser flexibles y blandos como el sauce: «Me he hecho todo para todos, para que de todo punto salve a algunos.» 1Co_9:22. Para hacer distinciones tan difíciles se necesita no poca sabiduría; mas esta puede obtenerse por medio de la oración « Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela a Dios.» Jam_1:5. Cuando los cristianos dan pábulo a disensiones inútiles, se muestran más insensatos que el mismo Satanás.

Lucas 11:21-26

El asunto a que se refieren estas palabras de Cristo es misterioso a la vez que importante: son concernientes a Satanás y los medios de que usa para llevar a cabo sus designios. Nuestro Señor explica la naturaleza del poder de Satanás y de sus operaciones. Sus palabras merecen marcada atención de los que deseen emprender con buen éxito la campaña del cristiano. Después de sus partidarios y aliados, el soldado ha de conocer bien a sus adversarios. Menester es que no ignoremos los ardides de Satanás.

Observemos en estos versículos qué cuadro tan espantoso del poder de Satanás presenta el Señor. Hay cuatro puntos en la descripción .que da que son señaladamente instructivos. Cristo se refiere a Satanás como «á un hombre fuerte.» Satanás ha demostrado bien su fuerza por medio de los triunfos que ha obtenido sobre el hombre. El que tentó a Adán y Eva para que rebelasen, y trajo el pecado al mundo; el que hizo cautiva a la mayor parte del género humano, y la privó del cielo ese malvado es en verdad un adversario poderoso. El que se llama « Príncipe de este mundo « no es enemigo de despreciarse. El demonio es muy fuerte.

Cristo se refiere a Satanás como a un «hombre fuerte y armado.» Satanás está bien provisto de armas defensivas. No se deja vencer en pequeñas contiendas y ante débiles esfuerzos. El que quisiere batirlo tiene que emplear toda su fuerza.

«Esta generación no sale sino por medio de la oración y del ayuno.» Más Satanás está asimismo bien provisto de armas ofensivas. Nunca le faltan los medios de causar perjuicio al hombre. El tiene asechanzas é instrumentos de diferentes clases; y sabe exactamente cual es el mejor modo de atacar la gente de cada edad, rango, clase y nación. El diablo está bien armado.

Cristo habla del corazón del hombre considerándolo como el «palacio de Satanás.» El corazón no convertido es la morada predilecta del demonio, y todas sus funciones y facultades son siempre de éste y cumplen su voluntad. Siéntase en el trono que Dios debiera ocupar y domina el interior del hombre. El diablo es el espíritu que obra en los «hijos de la desobediencia.» Efes. 2:2.

Cristo dice de Satanás que «en paz está lo que posee.» En tanto que el hombre está «muerto en sus culpas y pecados» mi corazón está tranquilo respecto de los asuntos espirituales. El porvenir no lo arredra; el bienestar de su alma no lo inquieta: no tiene temor de ir al infierno. Esta paz es falsa, sin duda. Es un sueño que no puede durar mucho tiempo, y del cual habrá algún día un terrible despertar. Pero que tal paz existe es un hecho innegable. Una insensibilidad torpe, inconsiderada y fría acerca do la eternidad, es uno de los peores síntomas que se presentan cuando el diablo domina el alma de un hombre.

Evitemos la frivolidad cuando pensemos en Satanás. La práctica común de hablar en chanza de Satanás es un mal muy grave. El prisionero que se chancea con el verdugo y hace burla del patíbulo debe de estar muy empedernido. El corazón del que habla livianamente del infierno y del demonio, debe de encontrarse en un estado lamentable.

Loado sea Dios que hay un Ser que es más poderoso aun que Satanás: Jesús, el Hijo de Dios. Poderoso como es el diablo, fue vencido por Jesús en la cruz. Fuerte como es, Cristo puede arrebatar los cautivos de sus manos y quebrantar las cadenas que los aprisionen. No descansemos hasta que sepamos por experiencia propia lo que es esa libertad, y hasta que hayamos sido emancipados por el Hijo de Dios.

Observemos, además, en estos versículos, de qué manera tan convincente enseña nuestro Señor que la neutralidad es imposible. El dice: «El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no coge, derrama..

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