Lo que valemos para Dios

Un hombre sencillo vivía en la costa. No había nada que le gustara más que navegar. Cada minuto libre lo aprovechaba para salir al mar. Tenía buenos conocimientos acerca de viento y tiempo, nudos y pesca. Un día llevó consigo a su hijo de 10 años y a su amigo de la misma edad a navegar. Habiendo un tiempo fantástico salieron al mar.

Repentinamente se alzó un fuerte temporal, embistiendo violentamente contra el velero. Lejos de la salvadora costa la embarcación comenzó a hundirse y el hombre y los dos niños cayeron al mar. Lo único que el hombre pudo llevar consigo fue una cuerda. Una ola lo llevó hacia una boya, donde logró sostenerse. A cierta distancia los niños iban a la deriva. Pero él con la cuerda solamente podía salvar a uno de ellos. Él sabía que su hijo conocía a Jesucristo y lo amaba. También sabía que el amigo de su hijo no era cristiano. ¿Que haría? Un terrible dolor debía de haberle roto el corazón. Le gritó a su hijo: ‘Te amo’ y le arrojó la cuerda a su amigo, quién fue salvado. El cadáver de su hijo jamás fue hallado.

Eso lo ha hecho Dios por nosotros, Él nos ha arrojado la cuerda, para salvarnos, y ha dejado morir a Su Hijo en nuestro lugar.

Ayúdanos a continuar Sembrando La Palabra de Dios

WebDedicado ha sido autorizado a recaudar las donaciones para continuar con La gran Comisión.


Deja el primer comentario

  • El sembrador

    En 1930 un joven viajero exploraba los Alpes Franceses. Llegó a una vasta extensión de tierra estéril. Estaba desolada. Era…
  • Felicidad

    La felicidad para algunos es acumular riqueza, obtener un buen empleo, que nuestros deseos se cumplan, ganarnos un nombre y…
  • Amor del corazón

    Hoy en día las aventuras amorosas no son inusuales entre jóvenes adolescentes. No es particularmente sorprendente cuando dichas aventuras amorosas…
  • Publicidad de Apple

    Esta es una publicidad de Apple que me impactó desde el primer momento en el que la leí. Seguro que…