El año sabático y el del jubileo
Este capítulo sigue el tema del cap. 23 (las fiestas solemnes). Es la continuación de los festivales con significados religiosos. Después de la presentación de días y semanas religiosas, presenta los años religiosos y la manera y razón por ellos.
El tema principal de este capítulo es la explicación del año jubileo, con una introducción sobre el año sabático. Es como si el año jubileo fuera una extensión del año sabático. Así, el propósito del año sabático aquí es el mismo de la presentación del sábado en el capítulo sobre las fiestas.
El capítulo tiene tres divisiones naturales, cada una terminando con la frase: Yo soy Jehová…
El año sabático. La introducción al capítulo dice que Jehová le dio a Moisés este mandato en el monte Sinaí. Es una ordenanza para celebrar cuando llegaran a la tierra prometida. Es evidencia interna de la antigüedad de estas leyes. La ley dice que Jehová está preparando un plan para que la tierra tenga un tiempo de reposo.
El año sabático (ver arriba) será el séptimo año y será un año de descanso para la tierra. Durante el año sabático, el dueño no puede sembrar ni preparar la tierra. El fruto que la tierra produce naturalmente no pertenece al dueño, sino a todos, incluyendo a los animales.
¿Cuál era el propósito del año sabático? Como el sábado cada siete días provee el descanso necesario para el hombre, tanto como una oportunidad para adorar a Dios sin la interrupción de la labor, así el séptimo año proveerá el descanso para la tierra. Tal descanso de la tierra le daría la oportunidad de recuperar su alimentación para que pudiera producir más. También era símbolo de la dependencia en Dios. La tierra pertenece a Dios y él trae la abundancia de la tierra.
El año jubileo. Siguen con la discusión sobre el año jubileo, que es una extensión del año sabático. El jubileo viene cada cincuenta años y comienza en el décimo día del séptimo mes (el día de expiación. La relación con la Expiación es obvia, porque trata de la libertad de tierra, de la posesión y de la persona. El año sabático tiene que ver con la tierra y su producción, no más. El año jubileo tiene que ver con sus posesiones.
Haréis resonar la corneta…. Así comienza el año jubileo. El nombre jubileo es la traducción de la palabra yobel, que viene del sonido del instrumento musical. La ley sobre el jubileo está dividida en tres partes:
(1) Leyes sobre la tierra y su producción
(2) leyes sobre la propiedad
(3) leyes sobre los esclavos.
No sembraréis, ni segaréis. Dan las leyes sobre el uso de la tierra. Esta ley sobre la tierra y su producto es igual con las leyes sobre el año sabático.
Tratan de leyes sobre venta y compra de terreno. El terreno vendido vuelve a su dueño original en el año jubileo, pero el precio será según el numero de años que el nuevo dueño lo tiene. El precio será proporcionado según los años de cosecha.
Recuerdan que la abundancia viene de Jehová y él proveerá. Estos versículos vuelven a la discusión sobre el año sabático, demostrando que en realidad esta ley afecta los años sexto y octavo tanto como el séptimo año. El mismo principio se aplica al año jubileo. Más importante es que la ley requiere una fe en Dios. Cuando cumplimos, él cumplirá.
La tierra no se venderá a perpetuidad, pues la tierra es mía. La segunda división sobre el año jubileo tiene que ver con posesiones. La palabra a perpetuidad es la clave de la idea de los hebreos acerca de la tierra de Canaán; la frase la tierra es mía es la razón para esta idea. Jehová les concedió la tierra de Canaán y bajo su dirección la tierra fue proporcionada a todas las tribus. Vender su heredad sería casi igual a renunciar a su Dios. Aunque el rey Acab ofreció un terreno mejor a Nabot, él no quería vender. ¿Por qué? Porque era su heredad sagrada de Dios. La ley del año jubileo garantizaría que el terreno siempre volvería a su familia original, como la heredad de Jehová.
Luego, la ley habla de la venta de casas. Si la casa está dentro de una ciudad, el vendedor tiene el derecho de rescatarla dentro de un año. Esta casa no volverá al dueño original en el año jubileo. Las casas en el campo o en las aldeas no amuralladas serán consideradas como la tierra, puede ser rescatadas en la misma manera que el terreno y tienen que ser devueltas al dueño original en el año jubileo.
Las casas de los levitas tienen la protección de la ley, porque tienen que devolverlas en el año jubileo.
De la prestación de dinero. No deben recibir intereses ni usura por el dinero prestado a su hermano.
La última ley sobre el año jubileo tiene que ver con la redención de esclavos. En el mundo antiguo, una persona pobre se vendía a sí misma como un esclavo. En Israel, la práctica tenía sus limitaciones. Primero, un familiar (un redentor) podría redimirlo, por un precio correcto. Pero si no hay redentor, la persona estará librada el año jubileo, junto con su heredad.
Hay provisiones para tener esclavos de los extranjeros, pero no de vuestros propios hermanos, los hijos de Israel.
Cuando un hijo de Israel se vende como esclavo a su propio pueblo, no se le debe tratar como esclavo, sino como empleado. Los hijos de Israel son los siervos de Jehová. El les compró de Egipto.
Estas leyes sobre el año jubileo son para mantener un sistema social con sentido compasivo. El problema es que no hay evidencia que Israel cumplió con estas leyes en ningún tiempo. Hay un ejemplo de la práctica de vender a los hijos para pagar la deuda. Jesús menciona la práctica de vender a los hijos, como una costumbre normal en su día. El año sabático está mencionado como una costumbre que no cumplieron. El rey Sedequías declaró que los israelitas deben dar libertad a sus esclavos hebreos. Este es un esfuerzo de cumplir con el jubileo en un momento de crisis, esperando las bendiciones de Jehová en este tiempo crítico. Lástima que Dios les libertó de sus enemigos y volvieron a tomar sus esclavos hebreos nuevamente.
Enfatiza que los israelitas son los siervos de Dios y nunca deben hacer esclavos de ninguno de sus hermanos.
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