Lev 10:10 para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio,
Lev 10:11 y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés.
Los sacerdotes no podían beber vino ni ninguna bebida alcohólica antes de entrar en el tabernáculo. Si sus sentidos estaban entorpecidos por el alcohol podrían repetir el pecado de Nadab y Abiú al introducir algo no santo en el culto de adoración. Además, el beber los descalificaría para enseñar al pueblo los requerimientos de Dios de autodisciplina. La embriaguez estaba asociada con las prácticas paganas y se suponía que los sacerdotes judíos debían ser marcadamente diferentes.
Este pasaje muestra el punto central de Levítico. Los Diez Mandamientos registrados en Exodo 20 eran las leyes fundamentales de Dios. Levítico las explica y complementa junto a otras leyes y muchas otras guías y principios que ayudaron a los israelitas a ponerlas en práctica. El propósito de las leyes de Dios era enseñar al pueblo a distinguir lo bueno de lo malo, lo santo de lo común. La nación que vive bajo las leyes de Dios podrá obviamente ser apartada y dedicada a su servicio.
Lev 10:12 Y Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar y a Itamar sus hijos que habían quedado: Tomad la ofrenda que queda de las ofrendas encendidas a Jehová, y comedla sin levadura junto al altar, porque es cosa muy santa.
Lev 10:13 La comeréis, pues, en lugar santo; porque esto es para ti y para tus hijos, de las ofrendas encendidas a Jehová, pues que así me ha sido mandado.(A)
Lev 10:14 Comeréis asimismo en lugar limpio, tú y tus hijos y tus hijas contigo, el pecho mecido y la espaldilla elevada, porque por derecho son tuyos y de tus hijos, dados de los sacrificios de paz de los hijos de Israel.
Lev 10:15 Con las ofrendas de las grosuras que se han de quemar, traerán la espaldilla que se ha de elevar y el pecho que será mecido como ofrenda mecida delante de Jehová; y será por derecho perpetuo tuyo y de tus hijos, como Jehová lo ha mandado.(B)
Lev 10:16 Y Moisés preguntó por el macho cabrío de la expiación, y se halló que había sido quemado; y se enojó contra Eleazar e Itamar, los hijos que habían quedado de Aarón, diciendo:
Lev 10:17 ¿Por qué no comisteis la expiación en lugar santo? Pues es muy santa,(C) y la dio él a vosotros para llevar la iniquidad de la congregación, para que sean reconciliados delante de Jehová.
Lev 10:18 Ved que la sangre no fue llevada dentro del santuario; y vosotros debíais comer la ofrenda en el lugar santo, como yo mandé.
Lev 10:19 Y respondió Aarón a Moisés: He aquí hoy han ofrecido su expiación y su holocausto delante de Jehová; pero a mí me han sucedido estas cosas, y si hubiera yo comido hoy del sacrificio de expiación, ¿sería esto grato a Jehová?
Lev 10:20 Y cuando Moisés oyó esto, se dio por satisfecho.
El sacerdote que ofrecía la ofrenda por el pecado debía comer una porción del animal y luego quemar el resto. Moisés se enojó porque Eleazar e Itamar quemaron la ofrenda por el pecado, pero no comieron nada de ella. Aarón le explicó a Moisés que sus dos hijos sintieron que no era apropiado comer el sacrificio después de que sus dos hermanos, Nadab y Abiú, acababan de ser muertos por llevar a cabo el sacrificio inadecuadamente. Entonces Moisés entendió que Eleazar e Itamar no estaban tratando de desobedecer a Dios. Simplemente tenían miedo y estaban trastornados por lo que les acababa de suceder a sus dos hermanos.
El castigo de Nadab y Abihú.
Presentación de los primeros sacrificios. Probablemente esto ocurrió durante el octavo día, cuando ofrecieron el sacrificio para el pueblo.
El pecado. Ofrecieron delante de Jehová fuego extraño… Nadab y Abihú murieron porque no cumplieron con los mandatos de Jehová. Fuego extraño indica un fuego no aprobado por Dios. Cualquier cosa no aprobada por Dios es “extraña” para el cristiano. No solamente usaron fuego extraño o “común”, sino que tomaron el lugar del sumo sacerdote. Los sacerdotes no tenían el derecho de entrar en el lugar santísimo para ofrecer el sacrificio. Era una actitud de egoísmo y falta de reverencia en la presencia de Jehová; era un acto de desobediencia. Los rabinos dicen que fue por su entusiasmo para comenzar con sus funciones como sacerdotes. Más bien, fue por descuido y falta de tomar en serio las cosas de Jehová.