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Las olimpiadas

En una ocasión en la carrera de los 100 metros con obstáculos de las olimpíadas de 1980, salieron los 8 competidores. El número 5 tiró el primer obstáculo, luego el segundo y el tercero; su desesperación fue tanta que no pudo saltar totalmente el cuarto y tropezó con el mismo, cayendo pesadamente. Desde el suelo vio a los demás alejarse, sin embargo se puso en pie y continuó la carrera; se dio cuenta de que su rodilla sangraba y que su pierna no tenía la fuerza necesaria por el golpe, pero aún así continuó; tropezando más adelante con otro obstáculo y cayendo nuevamente.

En ese punto ya los otros competidores habían pasado la meta y los que estaban alrededor de la pista le decían que saliera de la pista pues estaba sangrando y de todas formas ya no iba a ganar la carrera, pero este atleta no les hizo caso, se levantó y siguió adelante, su objetivo era llegar a la meta, y lo iba a lograr sin importar lo que pasara. La gente en las graderías estaba atónita al ver la persistencia de aquel hombre.

Finalmente llegó al final de la pista, en ese momento todo el estadio olímpico se puso de pie, y estalló en una ovación al hombre que había demostrado qué era lo más importante en una carrera. Perseverar hasta el final sin importar los tropiezos!

La vida podrá darte un rostro negativo pero no desesperes, bien pudiera convertirse en un cuadro hermoso un día. La vida es como una carrera de obstáculos. Como quiera que corras este tipo de carrera, sabes a qué se semeja. Lo primero en toda carrera es preocuparnos si vamos a ganarla o no. Esto se relaciona con la preocupación acerca de las pequeñas cosas en la vida. ¿Importa realmente si ganamos? ¿Será verdaderamente el fin del mundo? ¿O sólo nos sentirimos mal si perdemos para luego olvidarnos de ello? En la vida, nos preocupamos demasiado y vivimos muy poco el momento.

Lo siguiente es alinearnos en nuestros carriles individuales. Todos comenzamos en puntos diferentes, pero la carrera tiene la misma distancia para todos, tan solo la cronometramos en tiempos diferentes. Esto se relaciona con que nuestras vidas nos llevan a lugares distintos y nos colocan en situaciones diferentes, pero confiamos que terminaremos en el mismo lugar, aunque tal vez en tiempos distintos.

Ahora viene el comienzo de la carrera. Todos intentamos mantenernos con el grupo y ajustar nuestro paso al de los demás. Esto simboliza que a veces en nuestra vida, nos preocupamos por encajar o ser igual a la demás gente, en vez de preocuparnos por ser únicos. Si todos fuésemos iguales, el mundo sería increíblemente aburrido. Ahora viene el primer obstáculo. Este obstáculo es el más fácil de vencer porque no estamos cansados de correr. Todos vencemos este obstáculo fácilmente. Esto simboliza aquellos obstáculos en la vida con los que luchamos pero que siempre logramos vencer.

Podemos ver aquel obstáculo de dos maneras: “No puedo lograrlo, estoy demasiado cansado” o “Estoy un obstáculo más cerca de acabar la carrera”. Este es un ejemplo de tomar una situación negativa y ver algo positivo en ella. La siguiente parte de la carrera es cada obstáculo entre el primero y el último. Estos obstáculos se ponen más difíciles y podemos sentir como si no pudiéramos continuar. Esto pasa en la vida a menudo también. Pudiera haber una situación en la que sintamos que no podemos lograrlo y todo lo que podemos pensar es en rendirnos. Podremos tropezar al saltar ese “obstáculo” o luchar por vencerlo, pero de alguna manera, descubrimos en nosotros mismos la fortaleza para saltarlo y continuar con la carrera. Ahora lo que sigue son los últimos 100 metros de la carrera. Sentimos decir: “No, no podemos hacerlo”. Otra vez, necesitamos hallar en nosotros mismos que sí podemos y terminar la carrera más fuerte que cuando la comenzamos. Ahora, al fin, está el último obstáculo. Este obstáculo es el más difícil de los ocho. En la vida nos encontramos cayendo y cayendo y, quizás,perdiéndonos tanto en nuestros problemas que sentimos que hemos batallado suficiente y que no hay esperanza. Aquel último obstáculo simboliza estas situaciones. Es un paso más cerca al final de esa carrera. Una vez que terminamos, miramos atrás y nos damos cuenta de que lo logramos no tomando atajos, sino uno paso a la vez. “Yarda por yarda, la vida es muy difícil. Pero pulgada a pulgada, la vida puede ser algo excitante”. Todo lo que se requiere es un paso a la vez… un obstáculo a la vez.

En esta vida mis amigos sentimos muchas veces que hemos caído demasiado y que ya no podemos más, pues pensamos que la carrera está perdida. Nunca estás tan abajo que Dios no te pueda levantar, ni tan lejos que Dios no te pueda alcanzar. Sigue, sigue hasta el final, que ahí estará tu Creador con los brazos abiertos, aplaudiendo tu perseverancia y confianza en Él, y dispuesto a entregarte tu corona de vencedor. Sigue adelante.

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