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Lamentaciones 2: Las tristezas de Sion vienen de Jehová

El capítulo 1 describe la desolación de Jerusalén y pide la venganza de Dios sobre sus enemigos. El capítulo 2 incluye un llamado al pueblo de Dios a derramar sus corazones en la presencia del Señor. El pueblo debía volverse de sus pecados, debía lamentarse sinceramente por sus faltas contra Dios. El pueblo tenía mucho por qué llorar. Debido a su obstinada rebelión contra Dios, acarrearon un gran sufrimiento, sobre todo sobre los inocentes. ¿Fueron estos sufrimientos culpa de Dios? No, fue culpa del pueblo desobediente.

La pecaminosidad del pueblo trajo su destrucción, pero trágicamente las consecuencias del pecado afectaron a todos, a buenos y malos por igual.

El sufrimiento y el pecado del pueblo debió haberlo llevado al Señor, suplicando con lágrimas su perdón. Solo cuando el pecado quebranta nuestros corazones Dios puede venir a rescatarnos. La simple vergüenza por los pecados no trae consigo el perdón, pero si clamamos a Dios, El nos perdonará.

Lamentaciones  2:20 Mira, oh Jehová, y considera a quién has hecho así. ¿Han de comer las mujeres el fruto de sus entrañas, los pequeñitos a su tierno cuidado? ¿Han de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?

Estos episodios de canibalismo habían sido varias veces predichos. Pero ello, junto al asesinato de sus líderes religiosos, resultaba algo incomprensible.

Lamentaciones  2:21 Niños y viejos yacían por tierra en las calles; Mis vírgenes y mis jóvenes cayeron a espada; Mataste en el día de tu furor; degollaste, no perdonaste.

El versículo anterior ha suscitado discusiones teológicas. ¿No tiene Dios misericordia?

Esta escena horrible se pudo haber evitado. Jeremías advirtió al pueblo durante años que este día de destrucción llegaría y le dolió en el alma ver su cumplimiento. Siempre nos impactamos cuando escuchamos acerca de una tragedia que cae sobre inocentes. Sin embargo, a menudo los espectadores inocentes son víctimas de juicio sobre una nación. El pecado causa gran tristeza y devastación a muchos.

Lamentaciones  2:22 Has convocado de todas partes mis temores, como en un día de solemnidad; Y en el día del furor de Jehová no hubo quien escapase ni quedase vivo; Los que crié y mantuve, mi enemigo los acabó.

Mis temores : Alusión a las naciones convocadas por Dios contra Judá, como en un día de solemnidad.

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