Lamentaciones 2:10 Se sentaron en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sion; Echaron polvo sobre sus cabezas, se ciñeron de cilicio; Las vírgenes de Jerusalén bajaron sus cabezas a tierra.
Echaron polvo sobre sus cabezas : Una señal de duelo.
Lamentaciones 2:11 Mis ojos desfallecieron de lágrimas, se conmovieron mis entrañas, Mi hígado se derramó por tierra a causa del quebrantamiento de la hija de mi pueblo, Cuando desfallecía el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad.
Obviamente, Jeremías era un testigo presencial. No abandonó a su pueblo desobediente, sino que sus ojos desfallecieron de lágrimas.
Las lágrimas de Jeremías eran sinceras y estaban llenas de compasión. La tristeza no significa que no tengamos fe ni fortaleza. No hay nada de malo en el llanto: Jesús mismo sintió tristeza y hasta lloró. ¿Cómo reaccionamos al desmoronamiento de nuestra sociedad y a la degradación moral que nos rodea? Esto puede que no sea tan obvio como la invasión de un ejército enemigo, pero la destrucción es también cierta. Nosotros también debemos conmovernos profundamente cuando veamos la decadencia moral que nos rodea.
Lamentaciones 2:12 Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo y el vino? Desfallecían como heridos en las calles de la ciudad, Derramando sus almas en el regazo de sus madres.
Lamentaciones 2:13 ¿Qué testigo te traeré, o a quién te haré semejante, hija de Jerusalén? ¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu quebrantamiento; ¿quién te sanará?
¿A quién te haré semejante ? : Era imposible consolar a Jerusalén comparando su situación presente con algún infortunio del pasado.
Lamentaciones 2:14 Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; Y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, Sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.
Para impedir tu cautiverio : Ello ocurriría después de padecer y arrepentirse.
Los falsos profetas estaban en todas partes en los días de Jeremías. Dieron «profecías» falsas y engañosas. Mientras Jeremías advertía al pueblo de la destrucción inminente y el largo cautiverio que vendría, los falsos profetas decían que todo marchaba bien y que el pueblo no debía temer. Todas las palabras de Jeremías se cumplieron porque era un verdadero profeta de Dios.
Lamentaciones 2:15 Todos los que pasaban por el camino batieron las manos sobre ti; Silbaron, y movieron despectivamente sus cabezas sobre la hija de Jerusalén, diciendo: ¿Es esta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra?
Batieron las manos . . . silbaron , y movieron despectivamente sus cabezas . Estas fueron muestras de desdén. Batir las manos, silbar y mover despectivamente la cabeza eran símbolos de burlas y mofas. Eran gestos despectivos.
Lamentaciones 2:16 Todos tus enemigos abrieron contra ti su boca; Se burlaron, y crujieron los dientes; dijeron: Devorémosla; Ciertamente este es el día que esperábamos; lo hemos hallado, lo hemos visto.
Lamentaciones 2:17 Jehová ha hecho lo que tenía determinado; Ha cumplido su palabra, la cual él había mandado desde tiempo antiguo. Destruyó, y no perdonó; Y ha hecho que el enemigo se alegre sobre ti, Y enalteció el poder de tus adversarios.
El Señor ha hecho lo que tenía determinado . Los ha amenazado con el castigo desde los días de Moisés.
Lamentaciones 2:18 El corazón de ellos clamaba al Señor; Oh hija de Sion, echa lágrimas cual arroyo día y noche; No descanses, ni cesen las niñas de tus ojos.
El corazón de ellos clamaba : Si se podía confiar en que Dios traería juicio, también en que los restauraría si se arrepentían. Echa lágrimas cual arroyo : No debían contener sus emociones. Las lágrimas proveen una catarsis emocional.
Lamentaciones 2:19 Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; Alza tus manos a él implorando la vida de tus pequeñitos, Que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles.
Debían lamentarse al comenzar las vigilias (intermitentemente a lo largo de la noche), y alzar sus manos en oración.