La oreja verde

Un día, mientras leía el periódico en una de esas guaguas del transporte público, vi que subía un hombre con una oreja verde. No era ya un hombre joven, sino más bien maduro, todo menos su oreja, que era de un verde puro.

Cambié pronto de asiento y me puse a su lado para estudiar el caso de cerca y con cuidado.

Le pregunté:

— Esa oreja que tiene usted, Señor, ¿cómo es de color verde si ya es usted mayor?

— Puede llamarme viejo –me dijo con un guiño. Esa oreja me queda de los tiempos de niño. Es una oreja joven que sabe interpretar voces que los mayores no llegan a escuchar: oigo la voz del árbol, de la piedra en el suelo, del arroyo, del pájaro, de la nube en el cielo. Y comprendo a los niños cuando hablan de esas cosas que en la oreja madura resultan misteriosas…

Eso me contó el hombre con una oreja verde.

Ayúdanos a continuar Sembrando La Palabra de Dios

WebDedicado ha sido autorizado a recaudar las donaciones para continuar con La gran Comisión.


Deja el primer comentario

  • El sembrador

    En 1930 un joven viajero exploraba los Alpes Franceses. Llegó a una vasta extensión de tierra estéril. Estaba desolada. Era…
  • Felicidad

    La felicidad para algunos es acumular riqueza, obtener un buen empleo, que nuestros deseos se cumplan, ganarnos un nombre y…
  • Amor del corazón

    Hoy en día las aventuras amorosas no son inusuales entre jóvenes adolescentes. No es particularmente sorprendente cuando dichas aventuras amorosas…
  • Publicidad de Apple

    Esta es una publicidad de Apple que me impactó desde el primer momento en el que la leí. Seguro que…