Un día una maestra estaba calificando un ensayo que habían realizado sus estudiantes, su esposo estaba al lado jugando en su celular, cuando de repente ella comenzó a llorar.
— “¿Qué te sucede?”, le preguntó. — “¿Por qué lloras?”.
— “Es que los puse a los estudiantes a escribir sobre algo que deseaban”, contestó ella
El sin quitar la mirada de su celular le dijo:
— “Bueno, pero ¿qué es lo que te hace llorar?”.
— “Lo que escribió uno de los alumnos, me hace llorar”, dijo ella.
Sin dejar de ver la pantalla de su celular, le pregunta:
— “¿Y qué dice?”.
— “Dice que sus padres prefieren estar en su celular que ponerle atención a él, dice que prefieren jugar en sus celulares que jugar con él y que cuando tienen que atender una llamada lo hacen inmediatamente mientras él se la pasa esperando que lo atiendan a él. Al final dice que desea ser un teléfono inteligente para que sus padres le den la atención que él requiere”.
Su esposo con lagrimas en los ojos, le pregunta:
— “¿Quién escribió eso?”.
Y ella respondió, algo que hizo llorar a los dos.
— “Lo escribió Juan Manuel, nuestro hijo.
Recuerda amar a las personas y utilizar las cosas, no amar las cosas y utilizar las personas. Hoy y ahora es el mejor momento de decirle a tu hijo que le amas, que estás orgulloso de él y que es importante en tu vida.