La espiga doblada

Enviado al campo para ver si estaba lista la cosecha, ya a punto para el segado, el muchacho volvió a su padre y le dijo:

— Me parece que la cosecha será muy pobre, padre mío.

— ¿Por qué?

— Porque he notado que la mayor parte de las espigas están dobladas hacia abajo, como desmayadas, seguramente que no valen nada.

— ¡Mi hijo pequeño! Has de saber que las espigas que viste dobladas, lo están por el peso del grano, en tanto que las que están levantadas, rectas hacia el cielo, pueden hacerlo porque están medio vacías.
Así en la vida de los hombres. Cuando alguno levanta la frente lleno de orgullo, es porque en su interior tiene bien poco peso de juicio.

El hombre sabio, cuanto más sabe, más siente la humillación de lo que le falta saber. El hombre de veras noble de corazón, no puede enorgullecerse de ello, porque conoce cuánto más noble debería ser.

Ayúdanos a continuar Sembrando La Palabra de Dios

WebDedicado ha sido autorizado a recaudar las donaciones para continuar con La gran Comisión.


Deja el primer comentario

  • El sembrador

    En 1930 un joven viajero exploraba los Alpes Franceses. Llegó a una vasta extensión de tierra estéril. Estaba desolada. Era…
  • Felicidad

    La felicidad para algunos es acumular riqueza, obtener un buen empleo, que nuestros deseos se cumplan, ganarnos un nombre y…
  • Amor del corazón

    Hoy en día las aventuras amorosas no son inusuales entre jóvenes adolescentes. No es particularmente sorprendente cuando dichas aventuras amorosas…
  • Publicidad de Apple

    Esta es una publicidad de Apple que me impactó desde el primer momento en el que la leí. Seguro que…