Jos 11:11 Y mataron a espada todo cuanto en ella tenía vida, destruyéndolo por completo, sin quedar nada que respirase; y a Hazor pusieron fuego.
Jos 11:12 Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los destruyó, como Moisés siervo de Jehová lo había mandado.
Jos 11:13 Pero a todas las ciudades que estaban sobre colinas, no las quemó Israel; únicamente a Hazor quemó Josué.
Colinas (en hebreo, tel eran elevaciones creadas por la costumbre de construir una ciudad sobre las ruinas de otra. Las colinas disponían de ciertas ventajas defensivas.
Los invasores victoriosos regularmente dejaban intactas las ciudades capturadas, mudándose a ellas y convirtiéndolas en centros de comercio y defensa. Por ejemplo, Moisés profetizó que Israel ocuparía ciudades que ellos no habían construido. Sin embargo, quemaron la ciudad de Hazor. Como capital anterior de esa tierra, simbolizaba la cultura impía que Israel había llegado a destruir. Además, su captura y destrucción rompió la columna vertebral de la federación y debilitó la capacidad del pueblo para resistir.
Jos 11:14 Y los hijos de Israel tomaron para sí todo el botín y las bestias de aquellas ciudades; mas a todos los hombres hirieron a filo de espada hasta destruirlos, sin dejar alguno con vida.
Jos 11:15 De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué; y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.
Josué obedeció cuidadosamente las instrucciones dadas por Dios. Este tema de la obediencia se repite frecuentemente en el libro de Josué, en parte porque la obediencia es un aspecto de la vida que todos los creyentes pueden controlar. No siempre podemos controlar la comprensión porque es posible que no tengamos toda la información. No podemos controlar lo que hacen las demás personas o la manera en que nos tratan. Sin embargo, podemos controlar la decisión de obedecer a Dios. Sean cuales sean los nuevos retos que enfrentamos, la Biblia contiene instrucciones pertinentes que podemos decidir pasar por alto o seguir.
Jos 11:16 Tomó, pues, Josué toda aquella tierra, las montañas, todo el Neguev, toda la tierra de Gosén, los llanos, el Arabá, las montañas de Israel y sus valles.
Jos 11:17 Desde el monte Halac, que sube hacia Seir, hasta Baal-gad en la llanura del Líbano, a la falda del monte Hermón; tomó asimismo a todos sus reyes, y los hirió y mató.
El territorio que Josué había conquistado se extendía desde el monte Halac , al sur del Mar Muerto, hasta el monte Hermón , al norte; desde el mar Mediterráneo hasta el valle del Jordán. Se había cumplido la promesa que Dios le hizo a Abraham.
Jos 11:18 Por mucho tiempo tuvo guerra Josué con estos reyes.
Por mucho tiempo : La campaña en el norte duró entre cinco y siete años.
La conquista de la mayor parte de la tierra de Canaán parece haber sucedido rápidamente (podemos leer toda la historia en un rato), pero en realidad tomó siete años. Muchas veces esperamos cambios veloces en nuestras vidas y victorias rápidas sobre el pecado. Pero nuestro camino con Dios es un proceso de toda la vida, y es posible que tomen tiempo los cambios y las victorias. Es fácil volvernos impacientes con Dios y perder la esperanza porque las cosas van demasiado lentas. Cuando estamos muy cerca de una situación, es difícil ver los avances. Pero cuando miramos hacia atrás, podemos ver que Dios nunca dejó de obrar.