Job 12:1 ¡No hay duda de que ustedes son la voz del pueblo, y de que cuando mueran no habrá más sabiduría!
Job niega enérgicamente las acusaciones de sus amigos, defiende su inocencia y sabiduría, en tanto se considera parte de una sociedad moralmente corrupta. Al tiempo que les dice que sabe tanto como ellos y que sus enseñanzas son falsas, Job reafirma su fe en Dios y hace dos peticiones
1) que Dios no aparte su mano de él;
2) que el terror de Dios no haga que lo venza el miedo. Busca una causa —quizás un pecado de juventud— que pueda haber ocasionado su sufrimiento. En su melancólico discurso, Job todavía presenta a Dios como tirano y caprichoso en sus relaciones con la humanidad, solicitándole que haga llegar su caso al tribunal celestial.
Job respondió al argumento de Zofar con gran sarcasmo: «Con vosotros morirá la sabiduría». Continuó diciendo que sus tres amigos no necesitaban explicarle la naturaleza de Dios, ni le habían dicho nada que él no supiera. Siguió sosteniendo que sus amigos habían mal interpretado completamente la razón de su sufrimiento. El tampoco lo sabía, pero tenía la certeza de que las razones que sus amigos le daban eran incorrectas y manifestaban un criterio estrecho. Una vez más, apeló a Dios para que le respondiera.
Job 12:2 «Ciertamente ustedes son el pueblo, y con vosotros morirá la sabiduría.[a]
Job 12:3 Pero también yo tengo entendimiento, y en nada soy inferior a ustedes. ¿Quién no sabe todo esto?
Job 12:4 Aunque soy inocente e intachable, y en otro tiempo Dios oía mis súplicas, mis amigos se ríen de mí.
Job 12:5 El que está seguro desprecia al infeliz; no le importa empujar al que está a punto de caer.
Job 12:6 Los bandidos tienen paz en sus hogares; los que ofenden a Dios viven tranquilos, pensando que lo tienen en un puño.
Job 12:7 Pregunta a las bestias o a las aves: ellas te pueden enseñar.
Job 12:8 También a la tierra y a los peces del mar puedes pedirles que te instruyan.
Job 12:9 ¿Hay alguien todavía que no sepa que Dios lo hizo todo con su mano?
Job 12:10 En su mano está la vida de todo ser viviente.
Job 12:11 El oído distingue las palabras, igual que el paladar reconoce los sabores.
Job 12:12 Los ancianos tienen sabiduría; la edad les ha dado entendimiento.
Job 12:13 Pero Dios es sabio y poderoso; él hace planes, y los lleva a cabo.
Job 12:14 Lo que Dios destruye, nadie lo puede reconstruir; al que Dios encierra, nadie lo puede libertar.
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